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La cita ya está fijada: el sábado 6 de mayo de 2023 se coronará al rey Carlos III y a la reina consorte, Camilla Parker Bowles . La ceremonia histórica se llevará a cabo en la Abadía de Westminster, en Londres. El evento trae consigo muchas expectativas, ya que la nuera de la difunta reina Isabel II lucirá una corona que forma parte de las joyas de la familia.
Pero lo que sucede con esta pieza, es que está impregnada de ciertos caracteres místicos y además la han lucido las esposas de reyes británicos en ocasiones anteriores. El motivo de los mitos alrededor de esta joya proviene de uno de los diamantes que la adornan. Este es conocido como Koh-i-Noor: uno de los más grandes del mundo y que el gobierno indio reclama como de legítima propiedad.
El Koh-i-Noor fue engarzado en la corona de Alexandra, esposa de Eduardo VII, cuando se convirtió en reina en 1902. Después lucieron esa joya (conocida como la “corona de la cruz de malta”): la reina Mary (esposa de Jorge V) y la reina Isabel (esposa de Jorge VI), madre de la monarca fallecida en septiembre: Isabel II. La pieza está custodiada en la Torre de Londres, junto a otras pertenencias valiosas de la realeza.
Carlos III y Camilla Parker Bowles. Fuente: Instagram @camillaparkerb
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La procedencia del diamante Koh-i-Noor
La piedra preciosa pesa 105 quilates y al parecer fue extraída de una mina de Andhra Pradesh, al sur de la India, entre los siglos XII y XIV. Perteneció a Mughal king Shah Jahan, conocido como el trono del Pavo Real, en el siglo XVII. Este monarca mandó construir el Taj Mahal y fue encarcelado por su hijo y solo pudo volver a ver el palacio reflejado en la joya . El objeto fue robado después por el Shah Nadir, durante la invasión de la India y se llevó a Persia, en 1739. Hasta la actualidad la India considera que fue robada durante la colonización por los británicos, hasta llegar a las manos de la reina Victoria en 1849.
Luego la piedra fue cortada en forma ovalada por un joyero y se montó en una tiara para la reina en 1853. En 1902, se engarzó para la coronación de la reina Alexandra y le siguieron varias ceremonias parecidas, hasta la que llegará en mayo de 2023, con la corona de Camilla Parker Bowles . El diamante proviene de disputas políticas y una leyenda que indica que la reina Victoria ordenó que solo lo exhibieran sus descendientes femeninas. Esto reside en la creencia, según un texto hindú del siglo XIV, de que quien posee esta joya puede gobernar, pero también será desgraciado. “Solo Dios o una mujer puede lucir la piedra sin peligro”, se cree. El diamante se traduce en victoria, pero también llevó pesar y desgracia a todo hombre que lo tuvo y lo perdió.