Muy pocas personas saben qué famosos se encuentran detrás de cada personaje del programa "¿Quién es la máscara?" Algunos de ellos son los diseñadores quienes trabajan minuciosamente para que la magia en la pantalla sea posible.

Almudena Nava de la Torre, Roberto Chávez, Luis Roberto Orozco y Jorge Delfín son los creadores de las máscaras y trajes que domingo a domingo ocultan a los famosos en el programa de Televisa.

Este equipo se encarga de diseñar cada personaje; hace todo, desde el proceso de bocetar, confeccionar la máscara, elegir el vestuario, los textiles y demás.

Para trajes como los de Namasté y Hechicera tardan de cuatro a cinco meses de elaboración. Foto: Televisa y Armando Pereda | El Universal
Para trajes como los de Namasté y Hechicera tardan de cuatro a cinco meses de elaboración. Foto: Televisa y Armando Pereda | El Universal

Cada personaje, explica Roberto Chávez, se tarda aproximadamente de cuatro a cinco meses en prepararse, desde realizar el diseño en papel y lápiz, hasta tenerlo terminado por completo.

“Siempre nos inspiramos en ideas que van surgiendo día a día, vas ideando cómo resolverlo para que fuera un personaje”.

La inspiración nace de cualquier cosa, agrega Almudena Nava.

“Por ejemplo, yo en esta temporada hice un bombón; estaba haciendo una fogata con mis hijos y de repente ahí entre los bombones surgió la idea de hacerlo”.

En este proceso de diseño y elaboración de los personajes también participan los productores Miguel Ángel Fox y María del Refugio Razo, quienes además de supervisar, añaden ideas y las características que deben contar.

“Ellos de pronto traen las ideas a la mesa y nosotros somos esponjas, nos mandan fotos y nos dicen: se nos ocurre que se mueva así o que cambie de expresión facial”, indica Orozco.

Hay personajes que están impresos completamente en 3D, como Carritos chocones y Hada, además de que se utilizan materiales como goma eva, fomi para las máscaras, así como telas, peluches y lentejuelas.

“Pareciera que algunos están hechos a mano, pero no, están hechos a partir de la computadora”, precisa Luis Roberto.

Hacer todos estos disfraces es muy caro, coinciden; las personas que trabajan en el área de vestuario, compran sus materiales en sitios como el centro, en Internet y hasta en la Lagunilla.

Luis Orozco comenta que las celebridades, que semana a semana son descubiertas, cuentan con un ventilador por dentro del disfraz para que no se sofoquen, aunque no lo pueden usar todo el tiempo porque interfiere con el audio, además, algunos son pesados.

“Es un programa físicamente muy demandante para cualquier persona que esté dentro de una máscara, no es un vestuario de baile convencional, pero hay de todo, por ejemplo Pixel Boy está cargando una pantalla de plasma, entonces adentro traen una faja que pasa por los hombros, por la cintura, a veces hasta por las piernas para que el peso se vaya repartiendo”.

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