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Pasadena.— “Tenemos primero que poner nuestra casa en orden, antes de desear ir hacia a las estrellas”, dijo Ann Druyan, escritora y productora de Cosmos y viuda de Carl Sagan que en los años 80 creara esta serie de televisión con vocación de explorar al planeta Tierra y su relación con el universo.
Para la tercera temporada de Cosmos, subtitulada Mundos posibles, el científico Neil deGrasse Tyson regresa como anfitrión, asumiendo el rol de Sagan a bordo de la Nave de la Imaginación, utilizando a la ciencia como propulsor de esa Nave de la Imaginación que por 13 nuevos episodios, llevará a la audiencia a otros vecindarios más allá de esa “mota color azul” en el espacio, que siempre se refería con cariño su creador Carl, fallecido en 1996.
“En Cosmos queremos decirle a nuestra audiencia que, si bien es urgente cuidar a nuestro mundo, azotado por el cambio climático, no podemos perdernos sólo en la idea de un futuro apocalíptico sino que podemos inspirarnos entre todos y con el legado de la ciencia en nuestras manos, que las cosas pueden cambiar para bien”, compartió Druyan a EL UNIVERSAL, en plena premiere de la serie que podrá verse cada domingo por NatGeo a las 21:00 horas.
Recorriendo 11 países distintos y usando la tecnología más avanzada de los efectos visuales, supervisados por Jefrey A. Okun (Stargate) y con dos productores con experiencia en ciencia ficción como Seth MacFarlane (The family man, The Orville) y Brannon Braga (Star Trek).
A su vez, usando la técnica de animación, el público se enterará más de las vidas de científicos que marcaron el curso de la humanidad, como Albert Einstein y Gregor Mendel, así como rostros no tan famosos, pero igual de contundentes, como el filósofo Baruch Spinoza y el pionero en genética Nikolai Vavilov.
“Vivimos tiempos donde desafortunadamente se ha puesto en duda a la ciencia, por eso acercarnos a vidas como la de Vavilov es muy importante. Él murió diciendo que prefería ser ejecutado por su gobierno que decir una mentira”, dijo Druyan sobre el ruso que muriera encarcelado en 1943.
Entre los momentos emotivos de Cosmos: mundos posibles, se encuentra una escena recreada de la infancia Sagan, cuando de niño dibujaba en su libreta a un universo comprimido.
La hija de Carl, Sasha Sagan, aparece como su propia madre, haciendo las tareas domésticas, mientras la voz grabada de su padre ya adulto, habla sobre la necesidad de sentirnos parte de un universo en constante movimiento y con posibilidades infinitas de vida.
“Antes de la serie original de Cosmos, nadie había pensado colocar a las historias para introducirnos a la ciencia. Carl Sagan lo consiguió con maestría, apelando a nuestra imaginación. Lo que ésta serie de Cosmos hace, mejor que cualquier cosa… es darnos la perspectiva de mostrarnos quiénes somos, para poderte cambiar y empoderarte a ser mejor pastor de la civilización que intentamos perseverar”, concluyó Tyson.