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En entrevista con Yordi Rosado, Dulce recordó que cuando comenzó a ganar dinero, cuando apenas tenía 14 años, pidió a su madre que dejara sus tres trabajos, pues sería ella quien, en adelante, mantendría la casa.
La cantante siempre recordó con gratitud todo los sacrificios que su madre, doña Gloria Cárdenas, hizo para que ella y su hermana Isabel pudieran crecer sin que nada les hiciera falta.
Sin embargo, no fue sencillo para su madre, quien a falta de apoyo económico del padre de Dulce, se vio en la necesidad de trabajar como secretaria en un consultorio médico, como auxiliar limpieza en un club deportivo y, por las noches, cuando volvían a casa, cosía la ropa de sus vecinos y conocidos.
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"Cosía ropa ajena, lavaba nuestra ropa, limpiaba la casa y hacía todo, pero como era enfermera, a cualquier hora de la noche, la llamaban para una inyección, un suero, a cualquier hora de la noche la podían despertar", dijo.
Dulce confió que por un mes de trabajo, su madre ganaba alrededor de mil pesos y, cuando ella comenzó a cantar, con sólo 14 años, reunía alrededor de 3 mil pesos a la semana, motivo por el que tomó una determinación, encargarse de los gastos de la casa para que su madre dejara de trabajar.
"Mi mamá ganaba, de todo lo que trabajaba, al mes, mil pesos, de aquellos tiempo, y cuando comencé a cantar, yo ganaba de dos a tres mil pesos a la semana; como yo ganaba más le dije a mi mamá: ´-Tú ya no vas a trabajar, de ahora en adelante trabajo yo, tú no le vuelves a hacer un vestido a nadie, que no sea yo, tú nada más me vas a compañar a mí en mis cantadas, ese va ser su trabajo´", señaló.
En esa época su madre tenía alrededor de 40 años.
La cantante debutó en el hotel Holiday Inn de Matamoros, Tamaulipas y, al entrar a la universidad, siguió cantando en ese hotel, pero en su sede de Monterrey, Nuevo León, ciudad a la que se mudó para estudiar psicología.
Fue ahí que conoció al grupo musical Toby y sus amigos, del que formó parte como reemplazo de su cantante original, y con la que tuvo la oportunidad de mudarse a la Ciudad de México, donde el concepto probaría suerte.
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Cuando Dulce contó a su madre sus deseos de mudarse, esta se negó, por temor a las malas experiencias que Dulce podría atravesar como principiante, pero fue tanta su insistencia que accedió, con la condición que fuera ella, quien la acompañase a la capital.
De doña Gloria, la cantante aseguraba que aprendió lo que era la nobleza, pues siempre le enseñó a ella y a sus hermanas la importancia de respetar.
"Era un gendarme, una policía, una persona de ley, tenía amigas que ponían a su nombre su dinero, una mujer muy derecha, yo también soy así, a mí, mi mamá me enseñó a que yo no puedo tomar algo que jamás sea mío, a mí me puedes dejar lo que quieras, yo no lo veo, no existe para mí, nos enseñó así a mi hermana y a mí, tenemos una familia en que todos somos honrados".
melc
