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Madrid.— Centenares de personas desfilaron por la capilla ardiente instalada en la Sociedad General de Autores (SGAE) en Madrid para dar su último adiós al cantante Alberto Cortez, que falleció el jueves a la edad de 79 años por una insuficiencia cardíaca.
A pesar de una desapacible tarde primaveral, con lluvia y granizo incluido, los seguidores de Cortez acudieron al velorio para rendir un homenaje póstumo al cantante argentino afincado en España.
“Era un monstruo, un fenómeno. He trabajado a través de los años con tenores como Pavarotti o Kraus y Alberto está a ese nivel. Era un grandísimo profesional. Tenía un carácter fuerte, pero era muy humano", señaló Carlos Picazo, fotógrafo argentino que trabajó con Cortez en multitud de ocasiones.
“Le dije en una ocasión en uno de sus conciertos que él era parte de mi alma, que ahora se me ha ido. Era un gran artista y una gran persona, que cantó a todo lo imaginable”, agrega Antonio de Castro, uno de sus admiradores.
Algunos de sus fans quisieron agasajarle con pequeños presentes. Fue el caso del venezolano Eduardo Carlos Gómez que se presentó en la capilla ardiente con una pequeña maceta de rosas amarillas.
“Era un gran artista, pionero de la cantaautoría de habla hispana, y extraordinaria persona, gentil y correcto, y puedo dar fe de ello; pierdo muchísimo con su partida”, asegura Eduardo.
“Le conocí cuando teníamos 18 años los dos, en la discográfica Hispavox. Desde entonces he sido su fan más incondicional porque todos estos años he llevado sus discos en mis escapadas, sus canciones tan tiernas y maravillosas. Ha estado siempre conmigo y vengo ahora a agradecérselo”, resalta María Luisa Nevado.
La presidenta de la SGAE, la soprano Pilar Jurado, intervino durante el velorio para señalar que Alberto Cortez ilusionaba a la gente con sus canciones y hacía soñar con castillos en el aire.
“Es un instante muy triste porque se va un amigo. Nos deja su música, sus canciones, sus poemas y su gran humanidad. Sobre todo ese mensaje de que tenemos que dar las gracias por cada minuto que estamos viviendo. Es muy grande y tiene que ser recordado por lo grande“, aseguró emocionada la compositora española.
Cortez también estuvo arropado por la música en su último viaje. Junto a su féretro rodeado de coronas de flores, en lugar destacado la del cantante Rafael, el pianista Néstor Ballesteros, que lo acompañó en sus giras, interpretó varias melodías en la capilla ardiente, entre ellas la canción “A mis amigos”.
A sus 79 años, Cortez todavía seguía cantando, ya que tenía varios conciertos programados en países de América Latina, entre ellos México, y que se truncaron por su muerte en un hospital de Madrid donde ingresó de urgencia para ser tratado de un problema de úlceras gástricas.
Cortez será incinerado hoy en el hospital de La Almudena de la capital española.