La nueva serie de Manolo Caro, "Alguien tiene que morir", habla sobre racismo, homofobia y lucha de clases sociales. Sin embargo, es la serie la que ha tenido que librar una batalla contra los que aseguran que no es diversa y se limita a mostrar a personas de una raza.

Ante esto, dos de sus protagonistas, el mexicano Alejandro Speitzer y el español Carlos Cuevas defienden el proyecto al señalar que justo la serie busca atacar estos estereotipos y que, contrario a la polémica, el proyecto de Netflix habla de cómo actualmente el mundo sigue siendo racista.

“Me gusta pensar que la serie es una cachetada al espectador, creemos que hemos evolucionado más de lo que en realidad lo hemos hecho y esta es la prueba. Es una historia situada en los 50, en España, con la problemática que se vivía en esa época, y de repente agarras un periódico o prendes las noticias y te das cuenta que esas cosas siguen sucediendo”, dice Speitzer.

En esta ficción, que se estrena este viernes, Alejandro da vida Gabino, el hijo pródigo de un español, Gregorio (Ernesto Alterio) y una mexicana, Mina (Cecilia Suárez). Gabino regresa a casa por petición de sus padres para conocer a su prometida, Cayetana (Ester Expósito). Esto a pesar de que guarda un secreto sobre su orientación sexual.

“La serie es una cachetada al espectador, creemos que hemos evolucionado más de lo que en realidad hemos avanzado”
Alejandro Speitzer, actor

Para el actor de 25 años, que se muestre a un tipo particular de españoles y mexicanos tiene que ver con el momento en que se sitúa y cómo en esa década algunas etnias eran las dominantes en cierto estrato social.

“Me parece necesaria una historia como esta; tiene que servir para reflexionar y aprender; es un paso hacia atrás y recordar lo que se vivió y tenerlo presente para hacer algo en este tiempo en que sí hemos dado pasos pero estamos muy lejos de lo que tendría que ser”, comentó.

En la miniserie de tres episodios, Carmen Maura da vida a Amparo, matriarca de la familia, una mujer racista que piensa que el mexicano, desde que se independizó, ha empeorado.

Otro momento que refleja la injusticia es cuando Mina (Cecilia Suárez) dice: “España es un lugar maravilloso pero no es un buen momento para personas como nosotros”, aludiendo a lo que padecen las minorías.

Alejandro considera que eso sigue pasando.

“Sigue sin ser buen momento para minorías. En este mundo capitalista y global domina el afán por abarcar al público de masas; aquellos que pertenecen a un grupo reducido no están dentro del gran animal que es la globalización. Estamos en un mundo en el que ser diferente es algo que se castiga”.

Trayectoria

Primero arquitecto (del Tec) y luego cineasta, Caro tiene carrera prolífica

01

No sé si cortarme las venas o dejármelas largas es su debut en cine.

02

En 2012 adapta su obra de teatro Amor de mis amores para su segundo largometraje.

03

De 2015 a 2018 hace 3 filmes más. El último, "Perfectos desconocidos".

04

Debuta en Netflix en 2018 con La casa de las flores.

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