Sharjah, Emiratos Árabes Unidos.— Durante seis días, 50 mil personas, en su mayoría niños, echaron abajo la idea de que solo los festivales de adultos merecen ser vistos de manera seria por autoridades y patrocinios.
El Sharjah International Film Festival for Children & Youth (SIFF) concluyó su undécima edición derribando este y varios mitos, con la participación activa de miles en distintas actividades en centros comerciales, lugares públicos y recintos emblemáticos.
México tiene su propio espacio consolidado para el público infantil con festivales como La Matatena y Churumbela, pero lo que logró el encuentro de Emiratos Árabes Unidos dejó claro que los pequeños son, en realidad, el público más comprometido y entusiasta, que bien merece un apoyo más ambicioso a estas iniciativas.
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“Sabemos que el festival se ha convertido en un modelo único dentro de la cultura árabe, celebrando el cine infantil y juvenil, pues abre puertas para que los jóvenes talentos puedan expresar sus ideas creativas y artísticas”, reconoció la directora del festival, Sheikha Jawaher Bint Abdullah Al Qasimi.
“Para nosotros, el festival no es algo menor: representa el compromiso de Sharjah con la difusión del cine como herramienta cultural y educativa de todo el mundo. Las historias que presentamos no solo entretienen, sino que inspiran y educan a las generaciones jóvenes, fomentando la creatividad y el pensamiento crítico”, detalló la directora.
Si bien en México el gobierno federal y local brinda apoyo a propuestas como La Matatena, creada en 1994, el éxito del encuentro infantil en una localidad con un millón de habitantes, en comparación con los más de 20 millones de la Ciudad de México y su zona conurbada, es producto de la suma de esfuerzos, reconoció su directora.
El SIFF cuenta con el apoyo de los jeques de Sharjah, incluyendo a la jequesa Jawaher bint Mohammed Al Qasimi, además de otros patrocinadores importantes de Emiratos Árabes Unidos, que incluyen su aerolínea, centros comerciales, marcas de autos de lujo y diversas instituciones.
Este año, esto sumó a la exhibición de 100 películas de 90 países, con la participación de cineastas, especialmente del ámbito árabe. Los realizadores interactuaron, además, en espacios populares, como el Centro Comercial Al Zahia, uno de los más concurridos de Sharjah.
Al lugar acudieron miles de niños de distintas escuelas locales para disfrutar de proyecciones matutinas y otras actividades al aire libre, como las realizadas en el emblemático The Scroll, la escultura frente a la Casa de la Sabiduría, que recibió a los visitantes con proyecciones gratuitas y palomitas.
Se organizaron talleres interactivos a cargo de la Autoridad de Museos de Sharjah, que conectaron el cine con el arte y la cultura. Otras actividades, apoyadas por cientos de jóvenes voluntarios, incluyeron desde manualidades hasta encuentros virtuales.
La parte reflexiva fue dejada para el anochecer, con la asistencia de estudiantes de mayor edad y público en general, que interactuaron con realizadores y actores en el centro comercial Al Zahia.
Uno de los momentos más emblemáticos fue el Día de Palestina, celebrado a mitad de la jornada, que presentó una programación especial dedicada a este país como Invitado de Honor.
En especial, destacó la proyección de la película “The Teacher”, dirigida por la británica-palestina Farah Nabulsi, nominada al Premio de la Academia y ganadora de un BAFTA, que es conocida por su compromiso con la representación de las experiencias palestinas bajo la ocupación israelí.
El filme, que narra la historia de Bassem, un profesor palestino interpretado por Saleh Bakri, que enfrenta un dilema moral al tener que equilibrar su apoyo a la resistencia con su compromiso emocional hacia sus estudiantes, contó con una charla previa con la propia directora.
“El cine palestino ha sido siempre un vehículo para contar nuestras historias. Ahora, más que nunca, debemos compartir nuestra verdad, porque la guerra no solo es física, sino también de narrativas”, destacó Nabulsi en su plática titulada “Agentes de Cambio e Influenciadores: El Futuro de la Narrativa Palestina”.
Otro participante destacado fue Hanna Atallah, fundador de Film Lab Palestine, quien lideró una conversación sobre el futuro del cine palestino y el papel crucial de las nuevas generaciones en la preservación de la memoria colectiva. Criticó, además, a quienes ven el cine infantil como un negocio, cuando tiene una misión formativa.
“No estamos aquí solo para la fama o la alfombra roja; estamos aquí para contar nuestras historias y preservar nuestra memoria”, afirmó el realizador.
Al cierre del festival se reconocieron distintas películas que abordaron temas contemporáneos, siendo "Amakur", dirigida por el kuwaití Ahmed Al-Khodari, nombrada la Mejor Película de Largometraje.
La historia sigue a un influencer que, tras perder la memoria en un accidente de moto, intenta reconstruir su vida a través de grabaciones en redes sociales, lo que lo lleva a situaciones tanto cómicas como dramáticas.
Justo ese enfoque sobre las realidades del mundo digital y sus efectos en la vida personal captó la atención del público y del jurado.
Otros ganadores incluyeron "Mar Mama" de Magdy Al-Omari, que recibió el premio al Mejor Cortometraje Árabe, y "Hooves Beat" de Fargul Masroorad y Hossein Zeitounejad, galardonada como Mejor Cortometraje Internacional.
Además de presumir sus cifras, el SIFF hizo un anuncio durante la clausura, llevada a cabo la noche del sábado en el Complejo de Investigación, Tecnología e Innovación de Sharjah: llegó a un acuerdo para que las películas ganadoras sean distribuidas en plataformas de streaming como Netflix, Amazon, Hulu, Apple TV y Roku.
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