espectaculos@eluniversal.com.mx
El Palacio Chino reabrió sus puertas pero no como sala de cine sino para recibir uno de los festejos por el orgullo LGBT+. Las puertas se abrieron a las 15:00 horas, dejando entrar a los primeros asistentes.
Algunos fueron por la fiesta, otros por la curiosidad de saber cómo sería una noche en un lugar que estuvo cerrado por más de un año, luego de que la reventa ilegal obligara a Cinemex a abandonar el edificio.
Dentro, lo que antes eran espectaculares con pósters promocionales de películas, ayer fueron fotografías de drag queens enmarcadas por luces fluorescentes. De hecho, fueron esas mismas dragas las que dieron la bienvenida a los invitados, fungiendo como anfitrionas.
En el interior se conserva el estilo oriental que caracteriza al edificio pero las butacas fueron removidas desde que cerró. En su lugar se colocaron lásers con luces, máquinas de humo y bolas de espejos para asemejar un antro pero sin quitar la escénica de una sala de cine.
El espectáculo no estuvo en las pantallas sino que el baile y diversión se dio entre lo que antes fueron las filas de butacas. Los refrescos y palomitas, ayer por la noche fueron cervezas y cocteles.
Las salas tres, cuatro, cinco y nueve fueron las ambientadas para este evento. Cada una tuvo una temática diferente, se podían recorrer y pasar de un género musical a otro.
Con nombres como Creída, Deseo y Trabada se identificaban las salas donde los ritmos musicales fueron electrónica, pop y reggaetón.
En varias barras se vendió alcohol (había una por cada sala) y hubo promociones como tres cervezas por 100 pesos o cocteles en 80.
La seguridad se hizo notable en los accesos para evitar que alguien pasara más allá de los espacios permitidos. Las puertas de las otras salas, escaleras de servicio y bodegas estuvieron cerradas para evitar accidentes.
La mayoría de los asistentes fueron de la comunidad LGBT. Entre los invitados se vio a personajes de cultura popular: una Frida Kahlo con su peculiar uniceja, una María Félix con barba masculina y hasta una doña Florinda con vestido revelador.