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La reina Isabel II, la fallecida monarca del Reino Unido, fue conocida en su círculo más íntimo por el cariñoso apodo "Lilibet". Sin embargo, ¿cómo surgió este encantador nombre que solo sus seres queridos más cercanos tenían el privilegio de utilizar?
La historia del apodo "Lilibet" se remonta a la infancia de la Reina. Cuando era una niña, la pequeña Isabel tenía dificultades para pronunciar su nombre completo, Elizabeth. En su intento por nombrarse a sí misma, su pronunciación se asemejaba más a "Lilibet". Este dulce error de pronunciación pronto se convirtió en una especie de broma cariñosa entre su familia.
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Fue su padre, el rey Jorge VI, quien comenzó a llamarla "Lilibet" de manera regular. Esta muestra de afecto se propagó rápidamente entre los miembros más cercanos de la familia real, incluido su esposo, el Duque de Edimburgo, quien también adoptó el apodo. En ese momento, la pequeña Isabel ni siquiera sospechaba que un día se convertiría en la Reina Isabel II del Reino Unido, ya que su tío Eduardo VIII era el siguiente en la línea de sucesión al trono.
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El cariñoso apodo "Lilibet" se mantuvo a lo largo de su vida, incluso cuando Isabel II ascendió al trono en 1952. A pesar de su papel como soberana, aquellos más cercanos a ella aún tenían el privilegio de llamarla cariñosamente "Lilibet".
El encanto de este apodo llegó a su punto culminante cuando el Príncipe Harry y Meghan Markle, los Duques de Sussex, nombraron a su hija recién nacida "Lilibeth Diana" en honor a la Reina Isabel II. En un comunicado oficial, explicaron que "Lili se llama así en honor a su bisabuela, Su Majestad la Reina, cuyo apodo familiar es Lilibet".