La fama, el éxito y las piezas musicales de Luis Miguel , lo llevaron a tener una vida de lujos con la fortuna que había logrado desde tan joven en la industria de la música. Y una de las pruebas de esa prosperidad económica, fue la casa que compró en Acapulco , la cual era protagonista de fiestas con celebridades y sus amigos.
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Durante los días de residencia en Acapulco , “El Sol de México” también se divertía en otro sitio aparte de su lujosa casa. En las décadas de los años 80 y 90, “Baby’ O” era el local nocturno bailable furor de la zona y el artista fue una de las personas que acudió en varias oportunidades para disfrutar momentos con sus amigos.
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“Baby’ O” tuvo su auge en la década de los años 60, pero cuando explotó en popularidad fue llegando a los 80. En ese entonces, “Luismi” era un niño para concurrir, pero fue en los 90 que el intérprete de “Suave” comenzó a ir con sus amigos a disfrutar las noches de Acapulco , conocer mujeres, bailar toda la noche y entonar las canciones populares del momento.
Luego del furor del local bailable, llegaron los años negros y el establecimiento terminó arruinándose por un incendio. Y así es que hasta el día de hoy, de aquel “Baby’ O” de las celebridades y las noches más divertidas (que podía albergar hasta a 700 personas), solo queda una infraestructura vieja y deteriorada.
Lo mismo ocurrió con la mansión de Luis Miguel de Acapulco , que al día de hoy está en estado de abandono y lejos está de ser el sitio donde el cantante disfrutó las más lujosas fiestas con amigos y celebridades internacionales invitadas. Si bien hay pocos videos e imágenes del ganador de seis Grammy y seis Grammy Latinos en la discoteca de la zona, se dice que las noches más divertidas de sus primeros años de fama, las vivió allí, en “Baby’ O” .
