¿Qué pasaría entre hermanos que se odian entre sí y deben competir para saber la herencia de su padre, a quién ninguno podía ver?
La respuesta la tendrá Claudio Lafarga cuando estrene "Los hermanos Matamoros", puesta en escena en el Foro de la Artes del CNART, para la cual andan en busca de recursos económicos.
“Es una farsa, una sátira política sobre tres hermanos, hijo de un ex priísta corrupto en el exilio quien muere y deja las indicaciones que deben seguir ellos para enterarse de lo que hay en el contenido del testamento”, indica el actor de "Narcos: México" y "La lotería del crimen".
“Era un cabr… todos sus hijos lo odian, pero entre hermanos tampoco se llevan y deben hacer cosas. El texto es divertido”, apunta.
Ya se cuenta con el lugar de estreno, pero ahora se encuentra en fase de levantamiento, que esperan concretar lo más pronto posible.
Recién a Lafarga se le vio en "La loteria del crimen", serie de TV Azteca en la que interpreta un agente miembro de un comando élite, encargado de combatir a las mentes criminales más inteligentes de México.
"Es un tipo dicharachero, que disfruta el trabajo y hace malos chistes de los que nadie se ríe", dice.
Antes de ser actor, Claudio fue asistente de producción . Pero un día quiso estar frente a la cámara haciendo personajes y dejó todo por cuatro años, que dedicó a la Escuela Nacional de Arte Teatral e ideó obtener dinero haciendo comerciales.
"Le decía a mis profes que iba a guardar mis faltas del semestre, que creo eran cuatro, para cuando tuviera llamado porque hacía publicidad y me dijeron que ok, sin problema, pero nunca llegué a ellas", comenta.
En el 2009, cuando tenía 30 años de edad, tras algunos cortometrajes, lo llamaron para formar parte de la cinta de ciencia ficción 2033 y la serie XY: la revista, transmitida por Canal 11 y compartiendo estelares con Juan Carlos Barreto y Eduardo Arroyuelo, que fue un fenómeno por las temáticas que se tocaban sobre la masculinidad.
La serie "Capadocia", la cinta de terror "Viernes de ánimas" y la telenovela "Hombre tenías que ser" le llegaron en cascada.
"Después de XY, de ahí pa'l real", dice ahora.
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