El éxito y el reconocimiento en la industria del espectáculo fueron dos fuerzas que atrajeron la atención del cantante Claudio Bermúdez desde una edad temprana. En su juventud, estaba dispuesto a hacer lo que fuera necesario para formar parte del renombrado grupo mexicano Timbiriche, incluso si eso implicaba recurrir a prácticas poco convencionales.
Durante las décadas de los 80 y 90, figuras como Paulina Rubio, Erik Rubín, Thalía, Edith Márquez, Diego Schoening, Bibi Gaytán y Eduardo Capetillo se convirtieron en iconos de la música, símbolos de éxito que Claudio anhelaba alcanzar. A finales de los años 80, logró integrarse a la banda para reemplazar a Capetillo, aunque según mencionó, esto implicó, por ignorancia, participar en un "ritual satánico" que trajo consigo consecuencias negativas.
Claudio es conocido por su interpretación del tema "Eres un milagro", incluido en el álbum Timbiriche 10. Ahora, rememora el escalofriante pacto que realizó previo a probar las mieles de la fama, ya que su proceso de integración se estaba demorando. "Fui una sola vez y después me puse muy mal y dejé de hacerlo", confesó.
En una entrevista con Inés Moreno, Claudio reveló que realizó múltiples audiciones para ingresar al grupo, demostrando esfuerzo y dedicación, ya que no confiaba en que sería seleccionado. Sin embargo, recordó que acudió con un doctor que terminó siendo un brujo, quien le proporcionó una receta escrita en un papel que debía repetir siete veces al día. Este proceso incluyó entrar en un círculo negro durante 15 minutos y colocar su mano sobre él. "No se trató de velas ni de sacrificios de sangre; ese hombre tenía mucho poder", agregó.
Posteriormente, explicó que esta misma persona ganó popularidad entre los famosos. Claudio mencionó que luego se sumergió en un seminario para estudiar la palabra de Dios, lo que marcó el fin de su carrera artística y se dedicó a producir para otros artistas como Carlos Rivera o Cuisillos. Además, fue testigo de fenómenos paranormales en su hogar, como el movimiento de muebles y floreros, así como una extraña presencia.
"Cuando vimos que volaba el Bíper, cuando se escuchaba el trancazo en la sala e íbamos y era el sillón movido, ya nos dimos cuenta de que no era un tema psicológico; alguien va a decir 'las drogas destruyen', pero era el diablo", expresó.
Asimismo, a pesar de su conversión y fe en Dios, afirmó: "No es un juego. Cuando consultas y buscas a un brujo, un hechicero, un agorero, un mago, magia blanca, magia negra, horóscopos y todas esas cosas, dice la Biblia que Dios aborrece eso, y cuando lo haces, le abres una puerta al diablo".