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Venecia.— La actriz inglesa está lista para coronarse como una de las estrellas más poderosas del momento. La primera impresión que da con su delicada belleza es de fragilidad. Sin embargo, en cuanto sonríe y comienza a hablar demuestra que si algo posee Claire es fuerza y personalidad.

A sus 34 años, la protagonista de la serie The crown, de Netflix, en la que interpreta a la Reina de Inglaterra, ha logrado echarse a Hollywood al bolsillo y demostrar que es capaz de gobernar desde un trono, ser la mujer incondicional de un hombre con una enfermedad terminal (Una razón para vivir) y convertirse en la mujer de uno de los astronautas más importantes de la historia, como lo hace con su papel de Janet en el nuevo filme de Damien Chazelle, First man centrado en la vida de Neil Armstrong y en toda la odisea vivida como ser humano y a nivel familiar, para llegar a dar esos primeros pasos en la luna.

Desde su estreno mundial en la Muestra de Venecia en septiembre, la actuación de Claire en este filme, que llega este viernes a la cartelera, despertó la sospecha de que Foy podría ser una firme candidata para la nueva carrera hacia los Oscar.

“Oh, Dios mío”, dice entre risas a EL UNIVERSAL cuando se le menciona esta posibilidad en una charla celebrada frente al mar Adriático. “Por suerte el trabajo está hecho, con lo cual ya no tengo de qué preocuparme. Eso quita mucha tensión”.

Para Claire, lla construcción de un personaje es de las cosas más fascinantes de su carrera.

“Soy amante de la investigación. Siempre que tengo un nuevo personaje empiezo con nada y de ahí lo voy armando todo. En el caso de Janet y Neil, por fortuna había mucho que leer, empezando por el libro de James Hansen en el que está basada la película. Me lo devoré de principio a fin pero lo mejor es que después tuve la suerte de que James me enviara seis cintas con las entrevistas que hizo con Janet. Hay muchísimas cosas y anécdotas que no pudo poner el libro porque está hecho más desde el punto de vista de Neil pero que para mí fue increíble poder escuchar porque era como estar con ella todo el tiempo. Oyendo su voz y sus emociones”.

Otra pieza fundamental, agrega, fue conocer a los hijos de Armstrong, Rick y Mark.

“Fueron muy generosos, son personas de lo más amorosas y con los que me sentí muy arropada. Nunca me sentí cohibida para hacer ninguna pregunta o que hubiera temas que no se pudieran tocar. De hecho lo que más disfruté fue estar en su casa viéndolos hacer su vida cotidiana”.

Trabajar con Damien Chazelle, el director de La la land, fue otro plus, dice Foy.

“Fue un sueño hecho realidad. Cuando estás con él te das cuenta de que estás con un maestro y es increíble todo lo que puedes aprender al ver cómo está creando su mundo”.

La actriz comparte créditos con Ryan Gosling, interpreta a Neil Armstrong y su marido en la película.

“Ryan es una persona brillante y adorable y fue muy fácil trabajar con él porque ambos tenemos la suerte de tener nuestras propias familias, entonces los dos podíamos entender muy bien de lo que se trataba nuestro trabajo: de construir una. Y ese es un recurso que tenemos los dos”.

Algo muy importante que ha logrado la estrella es que, a pesar de interpretar a un personaje como la reina Isabel II, ha logrado desmarcarse de él y demostrar su versatilidad, como se podrá ver en sus futuras producciones, entre ellas, la película The girl in the spider’s web, que acaba de rodar en Berlín, basada en los personajes del autor Stieg Larsson (Millenium 1: Los hombres que no amaban a las mujeres, Millenium 2: La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina) y el libro de David Lagercrantz (Millenium: Lo que no te mata te hace más fuerte).

“Empecé la filmación de esa cinta casi inmediatamente después de ésta y fue una locura porque cambié completamente de registro. Pero me pareció una experiencia increíble”.

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