Espectáculos

Circo temerario, en teatro y sin animales

El Atayde regaló una rutina de fuerza, risas y equilibrio en el CCT1

Las funciones por el 131 aniversario del circo concluyen el 1 de mayo. / CORTESÍA CIRCO ATAYDE
27/04/2019 |23:13Sughey Baños |
Sughey Baños
Reportera de EspectáculosVer perfil

aridiana.banos@eluniversal.com,mx

La tradición de 131 años de herencia circense engalanaron el escenario del Centro Cultural Teatro 1 con la presencia del Circo Atayde, que inició el pasado jueves una corta temporada de aniversario.

Por la alfombra roja desfilaron previo al evento, Isabel Madow e Ivonne Montero, quienes llegaron de la mano de sus hijos.

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Madow compartió que está por regresar al trabajo en un proyecto de conducción. “No ha sido fácil ser mamá soltera pero no soy la única o la primera”.

Mientras Antonella posaba para las cámaras muy desenvuelta, su mamá Ivonne Montero explicó que asistían a esta función como una forma de celebrar el cumpleaños de ambas.

“Es la primera vez que vamos al circo, soy pro animales. Le regalé a Antonella (por su cumpleaños) una batería, le ha gustado desde muy chiquita. La veo muy musical”, declaró.

Casi 20 minutos después de las 20:00 horas, como si fuera una carpa de tres pistas, la compañía en pleno salió a dar la bienvenida al público y aunque los animales ya no son parte del show, una marioneta de un elefante desfiló en representación del circo tradicional que está por desparecer.

Actos de equilibrio fueron ejecutados por dos acróbatas con aros a nivel de piso y en el aire; una pareja de patinadores sobre ruedas detuvieron el aliento de la gente; y como no hay circo sin payaso, un pelirrojo personaje hizo acto de presencia y bajó hasta las butacas para interactuar con el público; luego, un péndulo doble estaba listo para los hermanos Ibarra, quienes realizaron una temeraria rutina mientras este instrumento giraba a varios metros sobre el escenario del CCT1.

Igual de peligrosos fueron los actos de pole dance aéreo que hizo la acróbata Erika González montada en unos patines, o las complicadas evoluciones que una trapecista estadounidense hizo en lo alto del escenario; pero sin duda, quienes se robaron el corazón de los espectadores fueron Arturo, Alejandro y Christian, pulsadores argentinos, quienes realizaron una muestra de equilibrio y fuerza en cada una de sus evoluciones.

Las funciones concluirán hasta el 1 de mayo.

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