Un día, Carlos Sosa abrió su correo electrónico y encontró el mensaje de una chica. Ella había ido al de la Ciudad de México con la intención de comprar cosas que le ayudaran a suicidarse.

La joven caminó sobre calle Uruguay y se encontró, entre el ir y venir de personas, con la Casa del Cine MX, un lugar alternativo para la proyección de filmes; decidió ingresar y algo tuvo que pasar, pues se reencontró con la vida.

Cines independientes resisten al Covid-19
Cines independientes resisten al Covid-19

La Casa del Cine MX es una de las decenas de salas independientes o alternativas en México que buscan ser una opción más allá de la cartelera comercial de las grandes cadenas.

¿Pero cómo las ha ido durante la pandemia, siendo muchas de ellas salas con un máximo de 60 butacas? De acuerdo con un reciente registro de la Cedecine (Comunidad de Exhibición Cinematográfica) se tienen poco más de 120 agremiados, contra los más de 200 que se tuvieron en el año inmediato anterior.

Cines independientes resisten al Covid-19
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Cines independientes resisten al Covid-19
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Adaptan su guión

Por la pandemia, algunos de estos espacios han tenido que reinventarse... y endedudarse.

Cines independientes resisten al Covid-19
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Hasta antes de la pandemia contaba con dos salas para 15 personas cada una. Ya había planes de expandirse, pero llegó “el bicho” y todo se detuvo, en gran parte para enfrentar lo que se venía y no tener que despedir a empleados.

Cines independientes resisten al Covid-19
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Cuando por fin pudieron reabrir, optaron por funciones al aire libre en espacios privados, lo cual piensan seguir haciendo, además de explorar la posiblidad de llevar así cine a comunidades.

Cines independientes resisten al Covid-19
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Kinoki San Cristóbal, en Chiapas, tiene 17 años de dar funciones; hoy entre de entre dos o tres por día. La afluencia del público no ha llegado a niveles prepandémicos, comenta Beto Domínguez, responsable del lugar.

“Nos endeudamos, hubo momentos en que estuvimos a punto de cerrar, pero entonces salimos a buscar maneras de financiamiento”, recuerda.

“Si seguimos abiertos fue por el apoyo de la comunidad que salió al quite, de comprarnos pizzas (del restaurante) a domicilio, comida, luego se abrió el espectro: pusimos una cabina de audiovisuales, una estación con programas que florecieron mucho por las personas o instituciones que tenían la necesidad de que se viera su trabajo o alimentar sus clases web”.
 
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Kinoki y Cine Tonalá fueron algunos de los primeros y recientes proyectos beneficiados del apoyo para equipar y/o acondicionar espacios y proyectos de exhibición del Fomento al Cine Mexicano del Imcine. Mientras, el Baticine de Tepoztlán, lo fue por la convocatoria alusiva a la formación de públicos. El gran problema es que el público regrese.

Las grandes exhibidoras reportaron que, de enero a abril, apenas vendieron 15 millones de boletos, una tercera parte de lo hecho en 2020 y seis veces menos que en 2019.

“Hemos tenido altibajos, pero la cosa va mejorando”, señala Anahí Estudillo, de Nayar LabCinema, “en marzo estuvimos en color naranja tuvimos una asistencia bajísima, pero en abril creció al triple”.

Buscan un impulso

“Si no existieran”, dice César Luna, de Cinemanía, un pequeño complejo de salas alternativas al sur de la Ciudad de México recién reabierto, “no habría posibilidad de que el mexicano promedio viera su cine”.

Entre marzo y abril, 100 pantallas alternativas diseminadas en toda la República Mexicana, programaron Souvenir, drama protagonizado por Paulina Gaitán, llenando casi siempre los espacios que entonces fluctuaban entre el 30% y 40% de aforo permitido por las autoridades.

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Antes de la pandemia por Covid-19 habían programado varias salas los filmes Yo no soy guapo y Tiempo sin pulso; actualmente cuentan en su programación con títulos como los documentales La mami y ¿Qué le pasó a las abejas?, así como las ficciones Los paisajes y El diablo entre las piernas.

Hay un acuerdo en la mayoría de esta clase de cines con productores y distribuidores que van en relación 50-50, es decir, por cada peso que ingresa en taquilla, la otra mitad se va a los productores; paridad superior a los tradicionales, en la que ellos apenas y reciben entre 10 y 20 centavos por cada peso.

“Estas salas van a tomar un impulso importante. Serán los lugares en que se podrá ver cine que no se vería en otros lugares; la pandemia aceleró el proceso que ya veníamos viendo: estrenos grandes en las cadenas y la permanencia en casa para ver plataformas, pero siempre será importante tener un lugar donde ver otro cine que tampoco hay en plataformas”, considera, Luna, de Cinemanía.

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Es bueno saber

120 SALAS ALTERNATIVAS existen ahora en la Comunidad de Exhibición Cinematográfica; el Imcine señala que podrían haber cerca de 500 espacios en México.

30 BUTACAS es el promedio que manejan estos espacios.

50 PESOS con todo y palomitas es el costo del boleto en algunas salas.

15 EMPLEADOS promedio se ocupan de las salas.

Frase

“La mayor parte de la gente en estos espacios lo hacemos por pasión. No se vive de eso. Es ir dependiendo de otras vías económicas”. Carlos Sosa. Director de La Casa del Cine MX