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Cineastas y productores mexicanos vieron con agrado la resolución que, ayer, dio la Suprema Corte de Justicia de la Nación para apoyar a la cinematografía nacional.
La Primera Sala del máximo tribunal determinó que había sido inconstitucional la desaparición en 2020 del Fidecine, fideicomiso que por 20 años apoyó la producción de más de 200 cintas nacionales, pero sobre todo, destacó que no podía haber regresividad en los apoyos federales.
Esto significa que el gobierno federal no puede dar respaldos menores a los que se habían dado en anteriores administraciones.
Mientras el Fidecine era una figura en la Ley Federal de Cinematografía, el actual Focine, no se encuentra inmerso en ella, con lo cual puede ser desaparecido por el Ejecutivo y Diputados como ocurrió hace cuatro años con el Foprocine, otra figura que respaldaba al cine nacional.
Mónica Lozano, productora de “No se aceptan devoluciones” y “Arráncame la vida”, consideró el fallo de la Corte sobre la no regresividad, es los fundamental.
“Me parece bien que se revisen esos temas para que, aquellos instrumentos que se pongan al servicio de nuestro cine en toda su cadena de desarrollo, tengan mayores posibilidades de desarrollarse y crecer”, comenta.
“Poner la falta de alcance de un programa con respecto a otro y que (esto) permita la reflexión para pensar en un instrumento a la altura, me parece fantástico”, añade Lozano.
Para el realizador Carlos Hagermann (“Los que se quedan”), es fundamental que se tengan seguros y claros los apoyos ofrecidos por el Instituto Mexicano de Cinematografía.
“Con esos apoyos (anteriores) hemos hecho las películas con la libertad necesaria, porque difícilmente los temas que abordamos y cómo lo hacemos, llegan a ser prioridad para las plataformas que ahora acaparan la producción. Es importante que estos programas (de apoyo) no sólo existan, sino que sobrevivan y cada vez sean mejores”, apunta.
Y Rodrigo Ruiz Patterson, director de “Blanco de verano”, cinta que logró ser hecha gracias al Foprocine, que respaldaba cinta llamadas de autor, coincide.
“A veces se piensa que sólo los fondos son para la producción, pero también impactan en la formación y la exhibición, sin estos fondos muchas películas no se filmarían o verían la luz”, externa.
La resolución de la Primera Sala de la SCJN se suma a la que el año pasado determinó la Segunda Sala, que ordenó al Congreso la restitución de apoyos al cine mexicano, de la manera que considerara conducente.
Actualmente el Senado de la República está trabajando en el dictamen para que, una vez subido aprobado por el pleno, pase a Diputados para su votación.
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