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La película "Ya veremos" fue una idea que surgió en la mente de su director Pitipol Ybarra y el actor Mauricio Ochmann a finales de 2016.

Sin imaginarlo, un año después el filme se convirtió en una especie de catarsis para ellos y el resto del elenco conformado por Fernanda Castillo tras los sismos que vivió la Ciudad de México en 2017.

El primer trimestre del año pasado, la producción planeó comenzar en octubre; un mes antes de eso, la ciudad fue sacudida por un sismo de magnitud 7.1, el de mayor impacto en la capital en lo que va del milenio.

Esto dejó devastados a todos los involucrados (entre ellos Castillo, quien perdió a dos primos). Con la tristeza encima, por aquellos que perecieron o los que quedaron sin techo, la producción se planteó si continuar o posponer la cinta.

“Es una película que filmamos el año pasado después de un momento muy vulnerable de esta ciudad, donde todos necesitábamos un abrazo y creo que haciendo esta película y juntando esfuerzos, para ayudar como ciudadanos, como mexicanos, contamos una historia que lleva un mensaje de esperanza y de revalorización del núcleo de toda sociedad que es la familia”, dijo la actriz.

Tras una plática de todo el equipo, se llegó a la conclusión de que realizar el filme era una medicina para el corazón de cada uno de los involucrados, quienes creían que de alguna manera el largometraje podría dar un mensaje de optimismo y esperanza a los espectadores.

“Justo fue (la filmación) por el momento en el que pasábamos en octubre del año pasado al filmar esta película, porque habíamos perdido mucha esperanza, verla puesta en un personaje me emocionó mucho. Hice mucha conciencia”, confesó Fernanda Castillo.

El filme narra la vida de unos divorciados, Rodrigo y Alejandra; él, un renombrado médico sin tiempo para su familia o su vida; ella es una mujer a punto de casarse con un hombre millonario (Erick Hayser). Ambos tienen un hijo en común, Santiago.

Un día Rodrigo descubre que Santi está perdiendo la vista, tras estudios descubre que su hijo sufre de glaucoma y podría quedar ciego. El niño, en lugar de deprimirse con el diagnóstico, realiza una lista con algunas de las cosas que le gustaría hacer antes de quedarse ciego.

“Nos dimos cuenta que estábamos tristes por todo lo que había pasado (el sismo), pero justo la película y el personaje de Santi habla de tener esperanza y en ese momento todos necesitábamos eso que al final la cinta trata de transmitir, por ello creíamos que era buen momento para seguir con el proyecto”, detalló Fernanda a su paso por la alfombra de la película.

Para Mauricio Ochmann, quien también acudió al estreno de la película en la Ciudad de México y desfiló por la alfombra, el filme habla de vivir el momento, disfrutar y hacer lo que cada uno desee, algo que también le quedó claro tras el sismo de 2017.

“A muchos nos cambió la vida, creo que en eso Santi también tiene un gran mensaje, que es vivir el ahora y disfrutar sin saber si mañana existirá, de no quedarnos con las ganas de decir te quiero, te extraño”.

Aunque podría sonar un poco a drama, Ochmann aseguró que el filme tiene momentos de comedia, que hacen que el tema de la ceguera infantil se lleve de manera adecuada.

“Es una película necesaria para el cine mexicano, creo, rescata los valores de la familia, te enseña a ver a tus hijos, porque estamos tan inmersos en nuestra profesión, en tratar de llegar a cumplir nuestras metas personales que descuidamos a nuestros hijos, a la familia, entonces te replantea las prioridades”.

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