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Venecia.— Pedro Almodóvar es un rey sin trono pues, a pesar de que posee dos Oscar, a Mejor película extranjera en 2000 por Todo sobre mi madre, y Mejor guión por Hable con ella en 2003), lleva clavada la espina de no haber conseguido Palma en Cannes ni el León en Venecia.
La Mostra decidió darleal manchego un León de Oro a la carrera en reconocimiento a su trayectoria.
Pero Pedro tiene una espina bien clavada y es la de saber que este trofeo merecía estar en sus manos, pues corre la leyenda de que cuando trajo a Venecia, hace 31 años, la película Mujeres al borde de un ataque de nervios el entonces presidente del Jurado, Sergio Leone, quería premiar su cinta.
Pero no se atrevió, pues premiar una comedia es por demás arriesgado en festivales como éstos en donde prima la seriedad y los “grandes temas” de la humanidad.
En la rueda de prensa oficial del festival, Pedro recordó sus pasos por la Mostra.
“Realmente mi bautizo como director en este festival fue en 1983 con la cinta Entre tinieblas. A Gian Luigi Rondi, le parecía una película “obscena”.
El manchego en 1988 volvió con Mujeres al borde de un ataque de nervios.
“Ganamos el premio a Mejor guión. El recuerdo que tengo es que dimos la imagen de una España ultramoderna”.
Almodóvar mostró que la espina sigue clavada al no conseguir el máximo premio con Mujeres. “Siento que me están dando el León de Oro por una película que traje hace 31 años”, compartió.
También, en la jornada, Brad Pitt enloqueció a la Mostra. Era una de las estrellas más esperadas de esta edición. Está presente con la cinta en competencia Ad Astra que protagoniza y produce. Sonriente y relajado, con un jersey verde oscuro y gorra, Pitt habló en la rueda de prensa oficial acerca de su amistad con James Gray que data desde los años 90 y cómo desde entonces querían hacer algo juntos.