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“Es un momento muy especial para ser mujer y cineasta”, dice orgullosa la mexicana Gigi Saúl Guerrero.
La llamada Muñeca del terror se mudó a Canadá con su familia cuando era una adolescente y ha ido construyendo una carrera en la industria sin dejar de lado sus raíces en un género en el que hay poca presencia femenina.
“Mi mamá definitivamente espera que no haya muchas mujeres locas como yo”, bromea.
“En toda la industria, especialmente en la comunidad del terror, no hay tantas mujeres, sin embargo, es genial ser un cineasta en este momento porque ahora estamos pidiendo más voces frescas y una mayor diversidad”.
Más que verlo como una desventaja, explica que formar parte de lo que considera una minoría la ha llevado a esforzarse y trabajar más. Cada proyecto en el que se involucra tiene esa esencia latina tanto en las historias como en la gente que está detrás de él como su nueva película La frontera (Culture shock) que forma parte del ciclo de terror Into the dark.
“Para mí fue emocionante porque dije: ‘¿Saben qué? Este guión necesita un mexicano para darle vida’”, recuerda Gigi.
“Fue una oportunidad fantástica para llevar una perspectiva diferente desde una mexicana, sobre el cruce fronterizo, algo que nunca antes hemos visto”.
La cinta fue estrenada el pasado 4 de julio en Estados Unidos en el marco del Día de la Independencia —celebración en torno a la que se desarrolla la historia— y mañana llegará a México a las 22:30 horas a través del canal de tv, Space.
El elenco lo encabeza la actriz mexicana Martha Higareda, así como Shawn Ashmore, Richard Cabral y Barbara Crampton, quienes retratan una cruda historia sobre la migración ilegal proveniente del sur del Río Grande.
“Estaba muy inspirada en lo que estamos viviendo hoy, en llevarle a la gente algo que es divertido y entretenido en lugar de ver algo que nos horroriza como lo que encontramos en las noticias”, explica.
“Es una gran oportunidad de continuar propagando al mundo lo que está pasando y de una forma entretenida una historia latina”.
Gigi comparte que únicamente tuvo 16 días para terminar el rodaje y en el set la dinámica era la misma que en la cinta ya que se hablaba tanto español como inglés.
“Era importante ser súper mexa, el casting tenía que ser mexicano y puedes verlo en la forma en que hablan, actúan, puedes decir que todos somos mexicanos”, comenta.
“Aunque todo tiene que ver con gore y terror, me encanta mucho ponerle un twist latino y creo que de ahí salió mucho el reconocimiento de mi trabajo que se siente un poco tex-mex, no tan mexicano y no tan gringo, tiene un mix de los dos”.
Al final, más allá del entretenimiento, Guerrero tiene una meta que quiere compartir: “Mi objetivo es empezar una conversación sobre lo que sucede y reconocer que nuestro mundo puede ser mejor”.