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Beverly Hills.— Para la actriz Margot Robbie, participar en el filme de Quentin Tarantino Había una vez… en Hollywood, significó ayudarlo a confeccionar su carta de amor a la tierra californiana. El director de Tiempos violentos coincide con su estrella, que Los Ángeles es uno de los personajes centrales de su filme.

Robbie interpreta a Sharon Tate, actriz que en 1969 estaba casada con el realizador polaco Roman Polanski, quien la había dirigido en La danza de los vampiros (1967) y con quien se mudó al inicio de ese año a Los Ángeles. Juntos habitaron la residencia de 10050 Cielo Drive, donde la actriz y tres amigos serían asesinados por la llamada “familia Mason” el 9 de agosto de ese año.

“Gran parte del disfrute de filmar Había una vez en… Hollywood, fue poder caminar y visitar varios de los escenarios que hicieron un ícono a Los Ángeles en los años 60, muchos de ellos heredados de la tradición del ya Hollywood clásico. Interpretando a Sharon (Tate), tenía que mostrar mi rostro de asombro y de maravillada, lo cual provino de mis propios recuerdos cuando yo misma llegué a esta ciudad con todas mis ilusiones, sabiendo que acababa de filmar una película con Leonardo DiCaprio (Los lobos de Wall Street)”, compartió Robbie a EL UNIVERSAL, quien fuera nominada al Oscar recientemente por Yo soy Tonya (2017).

La actriz originaria de Australia y con papeles memorables como su versión de Harley Quinn en Suicide squad (2016), tiene una escena donde transmite el espíritu californiano, cuando caminando con su cabellera rubia suelta y su minifalda puesta, va en los linderos del cine The Village Theater en la zona de Westwood, mientras escucha el soundtrack de The Rolling Stones, “Out of time”.

“Creo que siempre se nos ha dado de manera natural voltear hacia el pasado y decir: ‘la vida era más simple y fácil en esos tiempos’; pero sí debo decir, que me ilusiona que la forma de producirse y consumirse cine en los años 60, cada estreno seguía siendo un evento. Y como actor, te dedicabas sólo a una… tal vez dos, a filmar un proyecto y darle tu máxima concentración”, reveló Robbie de 29 años.

Con un Tarantino prácticamente obsesionado por no recurrir a los efectos digitales, su película fue filmada en locaciones reales como Hollywood Boulevard, el Cinerama Dome en Sunset Boulevard, la mansión Playboy y restaurantes como Casa Vega, The Musso & Frank Grill, incluso en el vecindario del fatídico y mítico The Spahn Ranch, donde Manson y su comuna de chicas vivían ese fin de los años 60.

“Filmamos prácticamente al lado de The Spahn Ranch (locación con escenarios para filmar westerns ya venida a menos en 1969), podríamos haber llegado en cinco minutos caminando si hubiéramos tenido un machete en las manos para cortar las plantas”, manifestó Tarantino, quien enfocó su cámara a los actores DiCaprio y Pitt, para que contaran la mayor parte de la trama como un actor y su doble de acción que deben renovarse o morir a los nuevos tiempos de la industria.

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