"La niña pájaro", sobre una princesa del cielo que cae a la Tierra, siendo primero un oasis y luego una jaula de la cual intenta escapar, es el proyecto de largometraje en stop motion que busca levantar Sofía Carrillo.
Es una idea que, por naturaleza propia de la técnica requerida, tarda unos cinco años, pero el año pasado recibió cierto apoyo del Imcine y estuvo en Europa en uno de los mercados más especializados en la materia.
El stop motion es una técnica que requiere crear en diversos materiales personajes y sets, ir moviendo manualmente su cuerpo y expresiones faciales, siendo estos retratados 24 veces por segundo.
"Vamos bien en el camino del desarrollo del proyecto", dice Carrillo.
Miembro de la Academia de Cine, Artes y Ciencias de EU desde 2018, la tapatía es considerado uno de los baluartes mexicanos en el stop motion, con la cual ha ganado premios nacionales internacionales.
Este año forma parte del Compendio de Cineastas Contemporáneas organizado por el Festival Internacional de Cine de Morelia, inciativa que recorre el trabajo de 12 realizadoras a través de videos sobre su trabajo y la proyección virtual de algunos de sus trabajos en corto o largometrajes.
Filmin Latino es la sede donde se pueden ver gratuitamente, entre otros, "Cerulia", que le dio el Ariel en 2018; "Fuera de control" y "La bruja del fósforo paseante".
"Este compendio nos da el camino para visibilizar, mostrar el trabajo de varias de nosotras y normalizar que varias mujeres nos dedicamos a la direccíón y hay muchas más", considera Carrillo.
Otro de sus cortos, "La casa triste", forma parte de una plataforma llamada Glitch que maneja animación para adultos.
Sobre el trato a las mujeres en el medio audiovisual mexicano, Carrillo dice que aún falta mucho camino para algo equitativo con respecto al hombre, pero busca lo positivo de los últimos años.
"Cuando estudiaba a veces ser directora de fotografía y era una lucha porque las cámaras eran pesadas y a me veían llegar casi de ladito con ella y el tripié, pero también yo jugaba con eso diciendo que si podía, era fuerte y lo iba a hacer. Ahora ya no es así porque el equipo no es tan pesado", recuerda.
"Pero si había esto de que repente, incluso por tu constitución física, los demás piensen que no se es capaz. El número de realizadoras en animación se ha triplicado, ahí vamos bien, pero falta mucho camino", comenta.
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