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Jair Cabrera es el fotógrafo que tomó la imagen del primer hombre colgado en la Ciudad de México como narcomensaje y uno de los retenidos por un comando militar en Guerrero, quitándole el equipo.

Especializado en derechos humanos, seguridad, migración y comunidades desplazadas, una de sus fotos fue considerada por la revista Time como una de las 100 del 2015.

Y eso fue suficiente para que Rodrigo Herranz (Batallas íntimas y Pastorela) se fijara en él para apoyar un documental que ya está listo para ser exhibido en cines. Disparos, título del proyecto, es dirigido por el mexico español Rodrigo Hernández y la griega Elpida Nikou.

“Es sobre este joven al que la vida le ha ido poniendo obstáculos y ha ido sorteándolos. Es un foto reportero egresado del FARO (Fábrica de Artes y Oficios en la capital mexicana) en el que se dice quién tiene más fuerza: si el narco jalando jóvenes o la cultura atrayéndolos”, comenta Herranz.

“Ha vivido de todo lo peor, el miedo de ser secuestrado por un grupo de delincuentes y se tuvo que exiliar”, agrega el cineasta.

Aclara que no es similar a El hombre que vio demasiado, estrenada el año pasado, acerca de un fotógrafo de la nota roja mostrando su trabajo.

“El documental es puntual con su historia y otra ventana a lo que pasa en México con la violencia y no sólo contra los periodistas, sino contra el pis en general”, destaca.

Disparos está comenzando la aplicación a distintos festivales de cine, mexicanos y del extranjero.

Jair, quien ha colaborado para medios nacionales e internacionales, es ahora agente libre.

Herranz espera el estreno de Belzebuth, cinta de terror sobre un asesino de niños.

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