Para Alfonso Cuarón el cine es más que una narración; cuenta una experiencia que implica al público en múltiples niveles.

“Creo que una visión un poco ignorante del cine es reducirlo a contar historias”, dijo el realizador mexicano en una entrevista reciente en la Ciudad de México. “El cine cuenta su propia experiencia en donde la historia es parte de esa experiencia”.

Cuarón, galardonado con el Oscar por “Gravity” (“Gravedad”), ha vuelto a sorprender al mundo con “Roma”, una obra personal en la que se concentran algunos temas recurrentes en su filmografía como la maternidad y las imágenes de aviones, así como efectos visuales que ha incorporado de maneras cada vez más sofisticadas a sus películas.

El filme rodado en blanco y negro, dedicado a la trabajadora doméstica que lo crio, retrata a una familia de clase media y a su empleada en momentos en que el padre abandona el hogar en medio del tumulto del México de principios de los 70.

El martes recibió 10 nominaciones a los Premios de la Academia, incluyendo a mejor película y mejor cinta en lengua extranjera, además de mejor dirección, guion original y cinematografía, todos de Cuarón.

El cineasta conversó con The Associated Press sobre séptimo arte y algunas obras de su filmografía. A continuación extractos de la entrevista (las respuestas fueron editadas para mayor brevedad y claridad).

En tus películas suele haber imágenes de aviones y en “Roma” son recurrentes. ¿Qué significado tienen?

Mira, la neta (verdad) no sé. Yo de niño quería ser piloto, después de no poder ser astronauta decía “bueno, piloto”. En “Roma” los aviones empiezan a cobrar una presencia más simbólica, además de lo evidente, de que en la Ciudad de México cada dos minutos vas a tener un avión volando encima de ti, hay otras cuestiones simbólicas que esas. Más bien le toca al público decidir o darle su propio significado.

La maternidad es otro de los temas que suelen aparecer en tus películas. ¿Por qué te atrae tanto?

Estás hablando del principio de todas las cosas, es la experiencia formativa, es el vínculo primario que tiene cualquier ser humano, que a veces es un vínculo arraigado y otras veces es un vínculo que es separado.

Los efectos visuales están presentes en toda tu filmografía, desde animaciones por computadora en “A Little Princess” (“La princesita”) hasta llevarnos al espacio con “Gavity” (“Gravedad”) o recrear el México de la década de 1970 en “Roma”. ¿Te ves usándolos más en el futuro? ¿Cuál sería la clave para hacerlo de manera efectiva?

Los efectos visuales son una herramienta más del cine, lo mismo que son los efectos especiales. A mí me interesan más los efectos visuales que no sabes que son un efecto. “Roma” es una película que quizá el 90 o más del 90% de los shots (tomas), quizá el 95%, son efectos visuales. Y yo reto a mucha gente que me diga dónde están porque casi ninguno de ellos los puedes identificar, pero son tan solo herramientas y por supuesto que se deben utilizar.

¿Qué sientes al escuchar la palabra cine?

Lo que siento al oír cine es una identificación a un vínculo de afecto. Desde niño he tenido una relación muy, muy cercana con el cine. En mi infancia era el transportarte a una fantasía, a otro universo, y de pronto también más grande empezó a confrontarme con otras realidades, lo que me pareció todavía mucho más interesante. El cine es un lenguaje... Es una cuestión de una experiencia fílmica. Creo que una visión un poco ignorante del cine es reducirlo a contar historias. El cine cuenta su propia experiencia en donde la historia es parte de esa experiencia, pero son muchos elementos los que se unen a esa experiencia. Si lo que quieren son (solo) historias, entonces léanlas.

rad

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