Después de tres películas que se encuentran entre las grandes joyas de la animación, Toy Story vuelve con una cuarta cinta, cuyos máximos responsables defendieron lo especial que es este universo ideado por Pixar y aseguraron que "los juguetes" son algo así como "el primer amigo" para un niño.
"Creo que hay una verdad fundamental de 'Toy Story' sobre los juguetes cobrando vida. De alguna manera, saca partido del asombro infantil", dijo Jonas Rivera, productor de "Toy Story 4" de ascendencia mexicana durante una entrevista en el cuartel general de Pixar en Emeryville (California, EE.UU.).
"Hay como un sabor de 'Peter Pan' en eso (...) Ver a tus niños jugando con juguetes es como verles con su primer amigo fuera de la familia. Hay algo universalmente agradable en ese mundo y simplemente nos encanta", añadió.
Dirigida por el debutante Josh Cooley y con fecha de estreno el próximo 21 de junio, "Toy Story" regresa con Woody y Buzz Lightyear al frente del alocado y entrañable séquito, ahora reforzado por el retorno de Bo Peep y la presentación de un nuevo y singular personaje como Forky.
Pionera en mostrar las posibilidades artísticas del cine digital de animación, "Toy Story" (1995) abrió una saga tan divertida como emotiva para adultos y pequeños e inauguró el reinado de Pixar, un estudio que después dio a luz a otras maravillas como "Monsters, Inc." (2001), "Finding Nemo" (2003), "Ratatouille" (2007) e "Inside Out" (2015).
Tras una secuela, "Toy Story 2" (1999), que mantuvo el nivel del filme original, los fans de los juguetes más famosos del cine creyeron que "Toy Story 3" (2010) suponía el cierre ideal, entre la sonrisa tierna y el llanto melancólico, a esta querida saga.
Por ello, y aunque el director y los productores de "Toy Story 4" admitieron que la anterior entrega parecía el broche perfecto, intentaron explicar ahora la razón de ser de esta nueva película.
"Toy Story' siempre ha girado sobre Woody y 'Toy Story 3' era el final de Andy y él. Y la pregunta era: '¿Qué sucede si tienes otra oportunidad?'. Porque Woody consigue otra oportunidad (...). Si aceptas eso, tienes que creer que no va a ser lo mismo que antes: '¿Cómo es? ¿Quién está? ¿Quién falta? ¿Qué está mal?", argumentó Rivera.
Uno de los atractivos de "Toy Story 4" es la reaparición de Bo Peep , la pastora de porcelana que tenía enamorado a Woody.
"Nunca supimos qué le pasó (...), cómo ha sido su vida", admitió Cooley.
"Así que fuimos capaces de ahondar en su personalidad y desarrollarla de una manera en la que ella tiene esta vida realmente interesante de 'juguete perdido', algo que Woody nunca ha considerado y que es casi como el peor de sus miedos. Que se encuentren cara a cara y conecten de nuevo es algo que sentimos digno de una película", añadió el director.
Pese a que Bo Peep se muestra ahora como una mujer mucho más independiente, los responsables de "Toy Story 4" no lo relacionaron directamente con el auge reciente del feminismo.
"Nos cuesta como hace cinco años hacer estas películas. Si pudiera adivinar el futuro, jugaría a la lotería", bromeó el productor Mark Nielsen.
"De hecho, Bo siempre ha sido así (...) Cuando Woody no estaba seguro de qué hacer, recurría a ella (...) Tiene la cabeza fría y siempre va uno o dos pasos por delante", aseguró.
"Toy Story 4" también supone el estreno de Forky, un juguete torpe e inseguro construido por la niña Bonnie con plastilina y un tenedor de plástico.
Cooley destacó los divertidos dilemas que aporta un personaje "que no se da cuenta de que es un juguete y que no quiere ser un juguete".
"Forky no entiende ninguna de las reglas de ese mundo: '¿Por qué una persona me quiere agarrar o dormir conmigo?'. No tiene ningún sentido", indicó el realizador, quien detalló que Woody tendrá que explicarle "qué significa ser un juguete", mientras el vaquero se interroga, al mismo tiempo, sobre su propia naturaleza.
Por último, los responsables de la cinta hablaron sobre John Lasseter, gurú de Pixar y director de las dos primeras películas de la saga que abandonó el estudio en 2017 tras las acusaciones de haberse propasado con su personal.
"Mentiríamos si no dijéramos que fue algo importante y que no tuvo un impacto", reconoció Rivera, mientras que su compañero Nielsen destacó "la resiliencia" del equipo de Pixar.
"Fue duro, pero todo el mundo dijo: 'Volvamos al trabajo, concentrémonos en las películas'", afirmó.
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