En una de las primeras escenas de la cinta “Nadie sabrá nunca” , que estrena este viernes en cines nacionales, aparece la protagonista Adriana Paz , con su mandil, lavando ropa en un lavadero.
Su personaje, Lucía, vive en la década de los 70 en un pueblito típico de México.
Mientras termina con sus quehaceres, de fondo en su radio suena una radionovela.
Aunque bajo otro escenario, el de un pueblo y no el de la ciudad, la escena resulta familiar.
El personaje de Adriana guarda cierta relación con el que el cineasta Alfonso Cuarón presentó en ROMA . El que encarna la actriz Yalitza Aparicio.
El director Jesús Torres Torres comparte en entrevista que ha recibido comentarios al respecto sin embargo la cinta se terminó antes de que la obra de Cuarón fuera expuesta -en marzo de 2018, según recuerda-. Para Torres ambas cintas dialogan entre sí.
“Ya estábamos en el rodaje cuando yo me enteré de qué se trataba ROMA”, dice en entrevista.
“Lo único que sabía era que era de una sirvienta que vivía en la ciudad y eran casi los mismos años entonces ahí me puse muy preocupado; sabía el gran presupuesto que tenía e intuía que iba a ser una película muy importante”, recuerda.
La ópera prima de Torres pasó por un proceso largo, desde que la idea se fue formando como parte de un taller con Vicente Leñero hasta que logró reunir diferentes apoyos, entre ellos del IMCINE , y se pudo levantar el proyecto.
“Costó menos de un millón de dólares”, comparte Torres.
“Nos decían que era una película muy cara y complicada para ser una ópera prima”.
Más que sentir incomodidad por la cercanía de las cintas el director considera que las tramas podrían incluso dialogar entre ellas.
“Sí tienen puntos en contacto, incluso ya después de verla dije ‘parece que mi película es la vida en el pueblo de la sirvienta o podrían ser las hermanas que están en la ciudad de este personaje'. Yo creo que dialogan ambas películas, de hecho serían un buen programa doble”, bromea.
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