Cine

Le ponen azúcar a las leyendas

La sexta película de la saga animada mostrará el origen de las calaveritas de azúcar

Finado y Moribunda se enfrentarán a unos diablitos. Foto/D.R.© ÁNIMA ESTUDIOS S.A.P.I DE C.V
05/07/2019 |23:52
César Huerta Ortiz
reportero de la sección EspectáculosVer perfil

cesar.huerta@eluniversal.com.mx

En pleno verano ya se están glaseando un par de calaveritas de azúcar bajo el nombre de La leyenda de Finado y Moribunda.

Los personajes, que se dieron a conocer hace 12 años como la parte cómica de La leyenda de la nahuala y han aparecido en toda la saga, serán por primera vez los protagónicos de una historia que es dirigida por su creador, Ricardo Arnaiz.

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“¡Vamos a conocer su origen en una película de comedia, suspenso y algo de miedo!”, indica el productor de la cinta, José Carlos García de Letona.

“Dentro de todo el elenco, ellos son personajes muy amados y de los que más quería el público saber”, agrega.

Finado y Moribunda son dos personajes mudos que tienen como antagónicos a un par de diablitos, a quienes les hacen ver su suerte.

Arnaiz desde un principio les llamó “Niños Calaca”, pero realmente eran calaveritas de azúcar, que dan tiempos de remanso a las historias de las leyendas en las otras películas de la saga.

“¡No son niños muertos!”, recalca García de Letona. “Ya cuando se vea la película, verán donde se ubica la historia; hemos encontrado una manera de que, respetando todo, puedan expresar sus sentimientos y lo que quieren”.

Existe la posibilidad de que haya apariciones especiales de personajes conocidos, pero el entrevistado se reserva la decisión.

Un dulce pasado. En la vida real, las calaveras de azúcar que adornan altares en los primeros días de noviembre se remontan a la época prehispánica. Entonces se fabricaban cráneos de barro, así como con semillas de amaranto y miel.

La historiadora Teresa Castelló Yturbide narra en el libro Sabores de antaño que las monjas del convento de San Felipe de Jesús las elaboraban de moldes y adornaban con betún de clara de huevo, azúcar y colores vegetales.

Fue en el siglo XVII cuando en los conventos se comenzaron a elaborar en pasta de alfeñique y de azúcar.

La cinta es la sexta de la saga de leyendas que ha incluído a la Llorona, las Momias de Guanajuato, El Chuapacabras y El Charro Negro, que globalmente han sido vendidas a cerca de 30 países, incluyendo Estados Unidos y vistas en México por más de 10 millones de espectadores.

El concepto atrajo incluso a la plataforma digital Netflix, que pidió una serie de tv con los personajes principales, pero para combatir entes alrededor del orbe. Una segunda temporada ya fue aprobada recientemente.

“La animación es un género muy amable con el público”, considera Fernando de Fuentes, de Ánima Estudios, compañía que está atrás del nuevo proyecto, igual que lo estuvo con los otros cinco filmes de las leyendas.

“Estamos en una sexta película y eso habla de que han gustado; hemos dejado descansar a las otras porque ahora nos enfocamos en otros personajes, y podemos hablar quizá de una séptima que está viéndose”, apunta el productor.

La leyenda de Finado y Moribunda cuenta con los beneficios del artículo 189 de la Ley del ISR, lo que permite que empresas privadas destinen el 10%de su ISR a la hechura de cintas nacionales.

Las voces aún se están definiendo, para estreno en 2020.

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