A los 10 años, Rocío fue secuestrada, violada, golpeada, rociada con gasolina, se le prendió fuego y fue dada por muerta. Pese a todo, ella sobrevivió.

Tras el ataque, el sospechoso fue perseguido durante meses, hecho que paralizó a toda Argentina. Finalmente, el acusado fue enjuiciado y procesado, pero las secuelas que el traumático hecho dejaron en la joven permanecieron con ella, como una sombra que cada cierto tiempo salía a la luz.

La cineasta Laura Bari es tía de Rocío y creía necesario como familiar, mujer y ser humano retratar los abusos a los que como Rocío, se enfrentan millones de mujeres diariamente en todo el mundo.

Por ello, dirigió el filme Primas, el cual habla del abuso que tuvieron de pequeñas sus dos sobrinas, Rocío y Aldana.

“Para mí era un deber de no callar, no callar el abuso hacia nadie y sobre todo hacia las mujeres. No quiero ser cómplice de familia y tampoco cómplice del abuso hacia menores, era mi deber mostrar algo que lamentablemente ocurre a diario, que ha ocurrido desde hace décadas y que seguirá sucediendo hasta que no hagamos algo al respecto. Mi manera de aportar, como cineasta, es hablando del tema”, indicó en entrevista.

Con su filme, Laura no sólo quería mostrar los hechos atroces a los que se enfrentan las mujeres en todo el mundo, también quería demostrar que el arte y la educación pueden transformar de forma positiva la vida de las mujeres violentadas.

“Me interesaba mucho mostrar que se puede sobrevivir mentalmente a la violencia, que el arte puede sanar, curar y ayudar a hacer una transformación social. Quería mostrar el proceso de curación de estas ahora dos mujeres y su crecimiento”.

La cineasta recordó que este proyecto se desarrolló justo cuando el colectivo chileno Las Tesis lanzó su manifiesto “El violador eres tú”, el cual celebra.

Primas será parte del festival Quebecine, que presenta cada año lo mejor del cine de Quebec a la Cineteca Nacional del 20 de febrero al 1 de marzo.

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