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Era 1978 y un niño de nueve años, llamado Pedrito Fernández, se convertía en fenómeno radiofónico con “La niña de la mochila azul” que también arrasaba en la venta de discos.
Fue entonces que Rubén Galindo, cineasta que había convertido en película el corrido “La banda del carro rojo” de Los Tigres del Norte, decidió hacer algo similar con la naciente estrella.
El realizador reclutó como protagonistas a Pedrito y la también niña María Rebeca, apuntalados por Adalberto Martínez Resortes.
“¡El problema no era la cantada en la película, sino las escenas donde debía llorar!”, cuenta Fernández, a 40 años del estreno comercial.
“El señor Galindo hacía que entrara al personaje, recordaba que el personaje tenía un papá inválido, sufría bullying por parte de sus compañeros y eso iba generando sentimiento de impotencia”, añade.
La relación con el personaje femenino nunca fue tomado como romance, sino como una amistad infantil.
La niña de la mochila azul estrenó en cines como el Olimpia, Viaducto, Palacio y Emiliano Zapata, siendo la apuesta para atraer público infantil, pues en cartelera figuraban los títulos "Benjamín Argumedo" el "Rebelde" y "El sexo me da risa".
Fernández cuenta aún con su propia copia y acepta haberla visto decenas de veces, sin pena alguna.
Las canciones convertidas en filmes no era algo nuevo en el cine nacional, pues en 1963 “La historia de Tommy” de César Costa, había sido llevada a la pantalla grande bajo el título "Dile que la quiero".
“La niña de la mochila azul” sigue siendo interpretada por Fernández durante sus shows y se soprende con la respuesta del público.
“Creo es como un himno para la gente”, considera.