La actriz italiana Monica Bellucci ha combinado en su carrera el cine comercial con proyectos que no lo son, un trabajo por el que hoy recibirá el Premio Donostia del Festival de San Sebastián y que repetiría si tuviera que "retroceder" en el tiempo.
"Haría lo mismo. A través de estas experiencias he aprendido muchísimo", aseguró la intérprete y modelo en una rueda de prensa antes de la ceremonia en la que se le entregará el galardón.
A Bellucci le resulta complicado elegir los títulos más importantes para ella de su filmografía, porque, incluso, películas que "no han ido a ninguna parte" han sido para ella "grandes experiencias".
Para la proyección que tendrá lugar esta tarde-noche ha seleccionado dos filmes de 2000: "Under suspicion", de Stephen Hopkins, y " Malena ", de Giuseppe Tornatore.
De esta última recordó que el realizador italiano la llamó después de que deseara mentalmente trabajar con él tras ver " Cinema Paradiso" , algo que le ha ocurrido también con las secuelas de "Matrix" y otras propuestas.
"A veces expresas un deseo y luego las cosas llegan", dijo la actriz, que, a propósito de "Malena" y la polémica "Irreversible" (2002), de Gaspar Noé, habló también del componente violento de algunos de los filmes que ha protagonizado.
"La dualidad entre la poesía y la violencia siempre ha formado parte de mi carrera. Algún día entenderé por qué he tomado algunas decisiones en mi carrera, de proyectos muy violentos y muy duros. Quizá en otra vida", ironizó, tras asegurar que su trabajo es una manera de conocerse "mejor" a sí misma.
Otra constante en su trayectoria es su condición de "sex symbol", sobre lo que le han preguntado y ha tenido que responder "muchas veces".
"Siempre contesto que la belleza dura cinco minutos. Cuando eres guapa, si no hay nada detrás, nada va a suceder. Tengo casi 53 años y espero que no solo se trate de mi belleza", afirmó.
Y señaló que recibir el Premio Donostia no es solo "una cuestión de ego", sino también "de amor". "Llevo 25 años de carrera maravillosa, en los que he visto afecto, amor y respeto. Todos necesitamos esto", apostilló.
La intérprete italiana habló también de las actrices de más de 50 y de la "hermosísima evolución" que se ha producido con los años, que ha permitido que muchas actrices "increíbles" como Julianne Moore y Judi Dench puedan seguir trabajando.
Bellucci indicó que sus sueldos son más bajos que los de los actores, pero considera que es algo que ocurre en todas las profesiones y que lograr esa igualdad forma parte de la lucha que deben continuar las mujeres.
"Deben aprender a ser independientes económica y mentalmente. Creo que es más fácil lo primero y mucho más difícil hacerlo dentro de nuestra mente", agregó.
También hubo un mensaje para aquellos países en los que se impide a los creadores ejercer en libertad. "En Italia en la II Guerra Mundial se produjeron los peores momentos políticos, pero la creatividad fue enorme. El arte representa la libertad y nadie puede parar esto", recalcó.
Lo que tiene muy claro es nunca se pondrá tras la cámara porque su profesión le merece "demasiado respeto" y, aparte de su labor como actriz, únicamente está dispuesta a formar parte de proyectos de escritura o producción.
Y al ser preguntada sobre si aceptaría embarcarse en una película sobre su compatriota Sonia Gandhi, viuda del ex primer ministro indio Rajiv Gandhi, dijo que le parece "una bonita idea". "Si llegara una propuesta bien escrita, seguramente diré que sí", aseveró.