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Nueva York.— Acaba de cumplir 59 años y Julianne Moore está radiante. Es una actriz que se conoce bien y que demuestra que se siente segura en su propia piel.
Pese a las presiones de Hollywood, no ha sucumbido a las cirugías ni el bótox y ha empezado un nuevo camino: el de buscar sus propios proyectos, esos que los grandes estudios difícilmente producirán.
Este es el caso de Gloria Bell, el remake de la película Gloria del director Sebastián Lelio (Una mujer fantástica) en la que Julianne protagoniza a uno de los personajes más interesantes de su carrera: el de una mujer en sus 50 que intenta rehacer su vida amorosa y sexual.
Desde que vio por primera vez la película chilena, expresa la actriz, se emocionó tanto que no dejó de pensar en ella.
El filme aborda la historia de una mujer madura que pasa el día en la oficina y de noche disfruta de la vida en los bares y del sexo.
“Estaba eufórica cuando terminó la película. Desde ese momento supe que tenía que trabajar con Sebastián y que quería conocerlo, así que hablé con su mánager y me dijo que estaría encantado de reunirse conmigo”, comenta a EL UNIVERSAL en una entrevista exclusiva en el Hotel Langham de Nueva York.
El amor que Julianne siente por Gloria, el personaje principal del filme, tiene que ver con que es una mujer a la que todos quisieran parecerse, según explica.
“Es tan positiva, está tan comprometida con todas sus relaciones, con sus actividades y además es muy dinámica, siempre quiere intentar cosas nuevas, además de que piensa lo mejor de las personas y es optimista incluso cuando enfrenta situaciones complicadas. ¿Quién no desearía ser como ella?”, dice.
Moore explica que fue complicado el proceso porque hubo muchos malos entendidos al planear la película que llega hoy a los cines mexicanos.
“A mí me dijeron que él no quería tener nada que ver con el remake de este filme si lo hacíamos y a él le habían dicho que era yo la que no quería involucrarme en el proyecto”.
Gracias a una comida que tuvieron en París, agrega la actriz, en donde por fin se conocieron y charlaron, ella le dijo:
“Sólo haría esta película si tú la diriges y él me respondió que él sólo la dirigiría si yo estaba en ella”.
El cineasta admira a Moore y fue la única razón por la que aceptó hacer la nueva versión.
“Creo que Julianne está en su mejor momento, tanto en términos de experiencia como de vitalidad. Hay muchas dimensiones en ella”.
Para Moore, era importante hacer su propia versión del personaje, luego del elogiado trabajo que realizó Paulina García en la película original en Chile.
“Lo que Paulina logró fue perfecto ante mis ojos. Mi sentimiento era que su actuación fue tan bella que ni siquiera iba a volver a verla mientras filmábamos este proyecto porque sabía que cualquier cosa que hiciera no sería ni podría ser como lo que ella había logrado. Lo pensé como si estuviera haciendo teatro, en donde hay millones de Julietas y eso nunca es un problema”.
Una de las principales diferencias entre la cinta original y ésta es el lugar en donde se desarrollan; la primera en Santiago de Chile y esta nueva versión en Los Ángeles.
“La soledad y el aislamiento que sientes ahí (en Los Ángeles), en donde siempre estás en tu coche y nadie está realmente cerca del otro, ni siquiera de sus vecinos, era la correcta para este filme”, dice Lelio.