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En medio de la discusión de equidad de género en México, el cine nacional ha entregado cuentas mínimas en los últimos años, aunque se marca una tendencia al alza en los dos recientes.
De 2014 a 2018, de acuerdo con un conteo de EL UNIVERSAL basado en datos del Anuario Estadístico de Cine Mexicano editado por el Imcine, por cada 10 películas lanzadas comerciales, sólo una es dirigida por una mujer.
La cifra se recrudece cuando se ve la relación entre filmaciones y estrenos. Tomando como referencia que, en promedio, una cinta tarda después de su rodaje dos años en salir a cines, se obtiene que de 2014 a 2016 las mujeres dirigieron 96 proyectos, pero sólo fueron estrenadas 37 entre 2016 y 2018.
Y la ficción parece ser que no les da oportunidad, pues de casi 50 cintas lanzadas de 2014 a 2018, una tercera parte son documentales.
En producción la diferencia quizá no es tanta: por cada cuatro cintas hechas (794), hay una en la que participa una mujer (185).
“Hay muchas preguntas con relación a cómo se configura la industria y hay que atacar con acciones, ver qué está pasando en este país donde se producen 180 películas al año y donde hay poca participación de directoras”, dice Hipatia Argüero.
Miembro del colectivo #YaEsHora, conformado por 300 mujeres pertenecientes a la industria audiovisual, Argüero abunda:
“No sé si decir que es por desconfianza que se le da menos a las mujeres, creo tiene que ver más con una serie de percepciones en estructuras sobre a quién dar la batuta para proyectos”.
La productora Mónica Lozano (No se aceptan devoluciones y Arráncame la vida, entre otros 30 largometrajes) considera que el número de estrenos femeninos tiene que ver más con el modelo de negocios existente.
“Se preferencia ciertos temas, más que por ser hombre o mujer y eso es lo que debemos abrir, a la pluralidad”, dice la próxima presidenta de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas, a partir del 31 de octubre.