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La 60 ceremonia del Premio Ariel a lo mejor del cine mexicano, a realizarse el martes próximo, tendrá entre sus mensajes los pendientes que el gobierno federal tiene con él.
Ernesto Contreras, presidente de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas, destacó la importancia del evento, que se dará dos semanas antes de las elecciones federales del 1 de julio.
“Siempre es una oportunidad para expresar la postura de la Academia, así que estamos trabajando en ello, me parece un año especial por lo que estamos viviendo en el país y lo que viene”, señala.
“Hay temas pendientes que vale la pena poner sobre la mesa para que se revisen, tiene qué ver con cómo lograr una diversidad en nuestro cine, cómo hablar de políticas públicas y derechos culturales”, agrega.
Recuerda que en su momento invitaron a los contendientes a la presidencia a sumarse a un foro de cine mexicano en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara, pero sólo Morena envió representante.
“Ahora vamos a ver qué pasa, pero hay que seguir en ese sentido”, comenta el también realizador de los filmes Café tacvba: seguir siendo y Sueño en otro idioma.
De fiesta. Contreras fue anfitrión del encuentro de nominados a la estatuilla de la AMACC (por sus siglas) en los Estudios Churubusco.
Asistieron 96 de los 118 elegidos, destacando la ausencia, entre otros, de la directora Issa López (Vuelven), quien por cuestiones laborales no pudo llegar.
“Es un buen momento para celebrarnos, festejarnos y conversar”, considera Lucía Gajá, directora de Mi vida dentro y secretaria del Comité Coordinador de la Academia.
En el encuentro, Miguel Rodarte, nominado a Coactuación masculina por Tiempo compartido, no dejaba de exclamar su satisfacción por ser su primera vez en los premios y Paola Lara, la niña de Vuelven, que opta en la categoría de Actriz revelación, cargó todo el tiempo a Tigrito, el personaje de peluche de la cinta.
“Lo bonito es que son tus propios compañeros quienes te reconocen”, comenta Daniel Giménez Cacho, quien buscará su sexto Ariel, ahora por Los adioses.
Mariana Arriaga, hija del escritor Guillermo Arriaga (Amores perros), confesaba que su nominación la tomó por sorpresa, pues su hermano Santiago inscribió el corto Libre de culpa, sin decírselo.
“Yo no supe, sino hasta que me comenzaron a llegar mensajes”, ríe.
Las actrices Karina Gidi y Cassandra Ciangherotti no dejaban de tomarse fotos juntas, mientras que los realizadores Amat Escalante (Heli) y Everardo González (La libertad del diablo) platicaban con todos.
Martín Hernández, nominado a dos Oscar, se paseaba feliz.