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christian.leon@eluniversal.com.mx
Una de la cosas por las que se conoce al antihéroe Deadpool —y por las que se volvió tan famoso en su primera parte— es por bromas, chistes y burlas subidas de tono que hace.
En su visita a México, el actor Ryan Reynolds confesó a EL UNIVERSAL, entre otras, que sintió una presión tras el éxito que tuvo la anterior entrega y que, de todos los chistes que muestra en esta segunda parte, los mejores para él son aquellos que hacen referencia a Disney.
Para el canadiense, Deadpool es de alguna forma la reivindicación de que puede hacer cosas malas pero también cosas buenas y que lo más importante es no tomarse nada tan en serio, aunque explicó que, trabajando en Hollywood, a veces eso es algo imposible de hacer.
“Vivimos a veces tan inmersos en que nuestro trabajo debe generar tanto en taquilla que olvidamos preguntarnos si realmente nos gusta lo que hacemos o si lo disfrutamos, creo que por eso Deadpool funcionó. Muchos creían que era un salto al precipicio, otros decían que por no ser un héroe tan globalmente conocido como los Avengers no funcionaría, eso nos dio la libertad de jugar con el personaje y entregar la versión más honesta y cruda de él”, detalló Reynolds.
Tras los 783 millones de dólares que dicha película consiguió a nivel mundial —de los 58 que costó hacerla— Fox decidió echar a andar la secuela, algo que emocionó a Reylonds pero también le causó mucho estrés, pues una vez más la presión de entregar algo digno lo invadió.
“Claro que me dio miedo, sentí un poco de presión, no porque creyera que el equipo no puede dar algo mejor y digno, simplemente porque ahora tras el suceso que fue la uno, pues los ojos están más puestos sobre nosotros algo que no pasó cuando estrenamos la primera”.
Hoy llega a las carteleras de cine mexicano la segunda entrega de este irreverente personaje y las bromas y chistes se encuentran presentes una vez más.
Para esta nueva aventura el antihéroe enmascarado tendrá que reunir a un grupo de inadaptados como él a quienes llamará el X Force.
Todos ellos combatirán a un nuevo villano de nombre Cable y mientras pelean Deadpool soltará infinidad de chistes, desde aquellos en los que habla de padres pederastas hasta los que hacen referencia al uso de armas y hasta a otros superhéroes.
“Creo que algo que siempre ha caracterizado a este personaje es que no tiene filtros, hace las preguntas y los chistes que muchos pensamos pero no nos atrevemos a decir, quizá por eso es tan querido desde que salió en el cómic y que cuando nosotros quisimos llevarlo al cine supimos que teníamos que respetar esa parte esencial de él”.
Para Reynolds sus chistes favoritos son los que hacen referencia a Disney. ¿Por qué? Por la compra de Twenty Century Fox por parte de Walt Disney Studios.
“En esta película tenemos muchas bromas hacia Disney, son mis favoritas porque todas las hicimos antes del anuncio de la compra de Fox por Disney, eso le da una mayor relevancia”, explica.
Ryan dice que lamentaría que el personaje, al tener nuevos dueños, no tuviera una tercera parte; quizá este segundo filme sea el último en el que pueda hacer esas bromas.
“No sabemos qué pasará, nos sentimos satisfechos con lo que logramos en esta película, quizá de haber una tercera ya no podamos ser tan rudos con nuestras bromas”.