Cine

El camino de Alfonso Cuarón inició con una estrella de papel

Era niño raro, pues en las comidas de pronto pedía cerebro de mono o, con una pequeña cámara, hacía historias en las que recurría a su familia y su nana Libo, ahora en boca de todos por servir de inspiración para "Roma"

Foto: Archivo Reuters
06/12/2018 |09:38César Huerta |
Redacción El Universal
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Alfonso Cuarón

supo la ventaja de los reconocimiento cuando de pequeño, camino a casa, se encontró en el suelo una estrella de las que se pegan en la frente y la puso sobre la suya.

Al llegar a casa su mamá lo recibió contenta y feliz al pensar que era un premio a su dedicación como estudiante.

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Así que la creatividad siempre ha estado con él. Por eso a fines de los sesentas deseó ser astronauta, sueño que tocaría de cierta manera en "Gravedad", y después se sentaba por horas en los cines de su barrio, para ver horas de películas.

Cuando comunicó su idea de estudiar cine, su mamá le pidió hiciera otra cosa y se inscribió a la Facultad de Filosofía de la UNAM, donde una vez olvidó sus huaraches.

Era niño raro, pues en las comidas de pronto pedía cerebro de mono o, con una pequeña cámara, hacía historias en las que recurría a su familia y su nana Libo, ahora en boca de todos por servir de inspiración para "Roma".

Nacido hace 57 años en la Ciudad de México, Cuarón es junto con Guillermo del Toro y Alejandro González Iñárritu, tres de los cineastas nacionales más conocidos en el orbe.

En 1990, durante pleno Mundial de Italia 90, junto con su hermano Carlos escribió "Sólo con tu pareja", que un año después se convertiría en su ópera prima.

Un día viajó a Canadá y, de regreso, hicieron escala en Los Ángeles y allá se quedó, buscando más trabajo. Al final, había sido expulsado del Centro Universitario de Estudios Cinematográficos, junto con Luis Estrada ("La ley de Herodes") y quería dedicarse a lo que le gustaba.

Con un hijo a cuestas, cuando apenas rebasaba los 20 años, aceptó un trabajo en un museo, pero fue alentado por un colega para salirse de ahí y contar historias.

En su foja pueden verse "La hora marcada", producida por Carmen Armendáriz, así como lector de guiones por lo cual recibía una paga.

"Grandes esperanzas" los puso en el radar de varios en Hollywood y luego "Harry Potter y el prisionero de Azkabán", en el del orbe.

"Y tu mamá también", "Niños del hombre" y "Gravedad" lo consagraron en el medio.

Ahora "Roma" está cerca de darle otra estrellita, ahora sí de verdad.

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