La cineasta estadounidense Catherine Gund conoció a Chavela Vargas en 1991 durante un viaje a México en el que la entrevistó en un camerino a su regreso a los escenarios y también en su casa en Tepoztlán, pero nunca llegó a publicarlas. Más de 20 años después se reencontró con este material al digitalizar su archivo y se lo mostró a la documentalista Daresha Kyi, y juntas decidieron hacer una película.
El resultado es “Chavela”, un documental sobre la estrella de la música regional mexicana, amante de Frida Kahlo y activista por los derechos LGBT que se estrena el viernes en México.
“Merece varias películas”, dijo Kyi sobre la protagonista de su filme en una entrevista reciente.
“Chavela” ha sido galardonado en el Festival de Cine de Berlín y el Festival Frameline San Francisco International LGBTQ, y además estuvo nominado a los Premios GLAAD de la organización por los derechos LGBT. “Ha tenido una vida propia”, apuntó la codirectora.
La cinta va en crescendo, con entrevistas a personajes conocidos en el ámbito cultural mexicano, hasta presentar al maestro del cine manchego Pedro Almodóvar y al astro iberoamericano Miguel Bosé. En el caso de Bosé fue suficiente con que enviaran un correo electrónico a su manager para que aprobaran la entrevista; en el de Almodóvar, tuvieron que intentar más de una vez, pues inicialmente estaba terminando su película “Julieta” y luego dijo que no quería hablar con la prensa por un asunto legal.
“La tercera vez nos dijo que hasta ahora le dolía hablar de Chavela”, dijo Kyi en una entrevista telefónica desde Oakland, California, en perfecto español, pues fue estudiante de intercambio en México. Finalmente, gracias a una amiga productora en común, lograron convencer al director de “Mujeres al borde de un ataque de nervios”.
En el lado mexicano, presenta entrevistados prominentes como las cantantes Tania Libertad y Eugenia León, además de José Alfredo Jiménez Jr., hijo del compositor de los clásicos “Volver” y “En el último trago” inmortalizados por Vargas, con quien tuvo una gran amistad hasta su muerte. Pero entre todos llama especialmente la atención el relato de la abogada mexicana por los derechos humanos Alicia Elena Pérez Duarte y Noroña , quien fue pareja de la cantante en los años en los que desapareció de los reflectores, y cuya pieza es clave para completar el rompecabezas de esta historia.
A Pérez Duarte y a Jiménez Jr. los encontraron de último minuto, tras casi dos años de realización del filme.
“Ella hasta ahora adora a Chavela Vargas pero a la vez analiza las cosas, analiza a Chavela, no solo nos dice cosas bonitas”, dijo Kyi sobre Pérez Duarte, quien desde el primer momento que conoció a la cantante era consciente de su alcoholismo y también de los problemas legales que tenía con su disquera. “Ella es la que le hizo poder escapar del contrato que tenía con (el sello) Orfeón porque es abogada y muy sabia y ella sabía cómo romper ese contrato que tenían. Queríamos una amante pero encontramos a la amante más formidable posible”.
Pérez Duarte además autorizó la publicación de todas sus fotografías con Vargas en momentos muy especiales, como de vacaciones en la playa o sosteniendo tiernamente a un periquito.
“Chavela” presenta el gran regreso que tuvo Vargas tras conseguir dejar el alcohol a la tercera edad, cuando llenó teatros en España, el Olympia de París, el Carnegie Hall de Nueva York y pudo conquistar, por fin, el Bellas Artes en la Ciudad de México tras décadas de negativas para presentarse en grandes foros locales. De hecho, al morir en agosto de 2012 fue velada en este mismo recinto.
Vargas, nacida en Costa Rica en 1919, fue condecorada con la Gran Cruz de Isabel la Católica en España y con el Premio a la Excelencia Musical de la Academia Latina de la Grabación. Pero nunca olvidaba que todo lo consiguió tras haber llegado a México sin nada, cuando era una jovencita: “Me estaba esperando ese ser desconocido que es el arte”, dice en el documental.
La cantante tuvo una larga lista de amores. La autora estadounidense Betty-Carol Sellen confiesa que la besó en Acapulco, mientras que Vargas dice en una de sus entrevistas que tuvo un romance con la estrella de Hollywood Ava Gardner. Tampoco podía faltar la mención a su romance con Kahlo.
“Es tan corto el amor y tan largo el olvido”, dice en una de sus entrevistas.
Las fotografías, recortes y filmes en blanco y negro, que consiguieron las documentalistas con el apoyo del cineasta y fotógrafo Adrián Gutiérrez, fueron esenciales para transportar al espectador a esa época y la Costa Rica de comienzos del siglo XX donde nació Vargas, quien decía que como mexicana tenía derecho a escoger dónde nacer.
“Ella era una luchadora, lesbiana, una guerrera, ella amaba a las mujeres, le gustó mucho ser mujer y luchó por sus derechos y por los derechos de los otros”, dijo Kyi. “Al final de su vida se metió a la lucha por los derechos de los LGBT cuando anunció que era lesbiana, pero creo que fue por su amor a las mujeres”.
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