erika.monroy@eluniversal.com.mx
Omar Chaparro ha madurado. Tanto es así ya le ha bajado a su humor y ya no es tan manchado, ni cuando hace bromas. Prueba de ello, es que ahora es voz de varios héroes infantiles.
Con Po de Kung-Fu Panda y ahora con Condorito en la nueva película, Chaparro se sigue fogueando en la cuestión del doblaje para cintas animadas.
A diferencia de sus trabajos anteriores, que incluyó al villano de Los increíbles, en Condorito el director pidió que la voz fuera en bruto.
“Me pasé varios días pensando cómo sería la voz de Condorito, la voz de un cóndor, porque el original es un cómic y cada persona le puso voz al personaje. En la ducha llegué a la conclusión de que una voz estilo pajarraco sería lo mejor.
“Llegué el estudio y comencé a hacer la voz que había creado, pero el director me detuvo y me dijo que no, que él simplemente quería mi voz”, narró Chaparro.
Este será el segundo fin de semana que la cinta estará en las salas de cine mexicano y hasta ahora, ha conseguido más de 10 millones de dólares y casi 300 mil asistentes en su primer fin de semana de estreno.
Chaparro reconoció que el encanto de Condorito radica en las similitudes que guarda con los mexicanos. “Es como el Cantinflas chileno, el peladito que sale adelante con su ingenio y su buen humor”, comentó.
Además de los elementos originales del personaje, se añadieron cosas para generar empatía con las nuevas generaciones, como el uso de la tecnología propia de nuestros tiempos.
“Quisimos que tuviera un humor muy universal, porque, a veces, el humor es muy local y esta película no es sólo para México, también es para distintas partes de América Latina”, explicó el comediante.
La primera edición de Condorito se publicó en 1949 y estuvo a cargo de René Ríos Boettiger, conocido como Pepo.