Son muchos los jóvenes artistas que se convierten en víctimas de su propia fama, convirtiéndose en grandes adictos ya sea a las drogas o al alcohol. El caso más sonado sería el de Macaulay Culkyn , sin embargo no es el único y ahora ha sido el actor Daniel Radcliffe , conocido mundialmente por " Harry Potter", quien ha dado un paso al frente y se sincera sobre sus problemas.
El actor de la aclamada saga ha contado durante la presentación de los Premios de la Crítica de Televisión en California como fueron sus años de éxito mientras trabajaba en las películas de J.K Rowling.
"En mi caso, la forma más rápida de olvidar que estaba siendo analizado en todo momento por todo el mundo era estar muy borracho. Y cuando estás borracho, piensas: 'Oh, la gente me mira aún más, pero es porque estoy tan borracho, así que tal vez debería beber más para ignorarlos aún más", ha explicado Daniel, que con solo 12 años se convirtió en una estrella internacional.
"No hay forma de salir de eso cuando empiezas a ser tan joven", sentencia el actor británico.
Hablando claramente sobre sus problemas en la adolescencia ha roto una lanza en favor de Justin Bieber. "Es como cuando la gente habla de Justin Bieber yo les digo: 'su vida debe ser muy loca ahora'. No se imaginan cuanto te puede abrumar la fama y estar tan expuesto", y continúa: "Parece que por tener un gran trabajo y ser rico no tienes derecho a estar triste o incómodo".
"Todos los adolescentes, famosos o no, descubren el mundo, salen a la calle, curiosean. Una de las consecuencias es que te vas de fiesta y te emborrachas con tus amigos. Y hay mucha presión para que lo hagas. No puedes estar con ellos en un bar y beber agua. A cierta edad, lo normal es emborracharte a muerte, y más en un país como Inglaterra, donde la gente bebe muchísimo", asegura el actor, que tocó fondo por su problema con la bebida, sin embargo ahora a sus 29 años se encuentra completamente limpio y ha acabado con su adicción, y reflexiona: "Cuando pienso en todo el caos que estaba invitando en mi vida, me digo que ahora estoy mucho más feliz".
Pero reconoce que aunque lo ha pasado muy mal, no culpabiliza a su profesión y zanja: "Incluso cuando estaba deprimido, seguí amando mi trabajo. Nunca pensé: 'Ojalá no hubiera sucedido'".
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