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Cannes.
— El silencio antes del encuentro con Brad Pitt y Leonardo DiCaprio en el Hotel Carlton de Cannes es notorio. Para poder acceder a ellos todas las cámaras de los celulares son tapadas con cinta adhesiva.
Las órdenes de los publicistas acerca de no hacer preguntas personales y de enfocar toda la entrevista a la nueva cinta de Tarantino, Once upon a time in Hollywood son claras. Tras una hora de espera ambos actores entran a la suite del glamoroso hotel, donde las ventanas y cristales de las puertas también habían sido protegidas con papel mate en contra de los paparazzi. Hay tensión. Sin embargo, cuando ambas estrellas llegan y empiezan a charlar, la parafernalia que los rodea desaparece.
Brad está relajado, con una camiseta de algodón casual y la gorra que le encanta llevar siempre. Leonardo, un poco más formal con su chamarra de gamuza y camiseta negra.
Ambos se ven cómodos de estar el uno con el otro y confirmaron que el bromance (como se suele decir a las grandes amistades entre hombres) del que el mundo está hablando es real.
Y es que según contaron, cuando te conviertes en una gran estrella te apartas de todo y es precisamente en el trabajo en donde logras crear tus vínculos más importantes.
“Amo la forma en la que Quentin retrata a nuestros dos personajes porque este es un negocio muy solitario. Así es que la gente con la que trabajas se convierte en tu familia. Cuando llegas a esta industria esperando lo mejor estás esencialmente aislado y tienes que confiar en otros para levantarte el ánimo. Y eso es lo que muestra Tarantino en este filme, lo cual me encanta. Hizo un trabajo hermoso”, explicó Leonardo, quien en esta cinta se puso en la piel de Rick Dalton, una estrella de películas western decadente y obsesionado con no perder su fama y prestigio en Hollywood.
El filme muestra una parte de la historia de Sharon Tate y Roman Polanski.
Pitt por su parte, interpreta al doble de DiCaprio y fiel amigo y conductor, Cliff Booth. Y si algo dejó claro Leo es que después de trabajar juntos en esta cinta a Brad lo considera un verdadero amigo. Pitt, en su estilo, bromeó: “Yo todavía estoy en el proceso de evaluarlo pero luce bien, tiene buenas perspectivas. Siento un gran respeto por él. Si Leo se fuera ahora mismo, dejaría una marca indeleble en la historia cinematográfica”.
El que no hayan logrado coincidir antes en algún set, dicen, tuvo siempre que ver con la forma en que ambos actores eligen los proyectos, pero nunca con rivalidad.
“Para los dos algo esencial para trabajar es el director y el guión. Si eso funciona entonces viene lo demás y si todo se alinea para que ambos elijamos el mismo proyecto, genial. En este caso todo se dio”, explicó DiCaprio.
Mucho se ha dicho que la historia que Tarantino plasma está inspirada en la de Burt Reynolds y Hal Needham. También a Pitt y a DiCaprio se les ha comparado mucho con Robert Redford y Paul Newman.
“Es algo que no nos molesta. Por favor ¡ellos eran los mejores! Recuerdo que mientras veía Butch Cassidy and the Sundance kid en el autocinema cuando estaba en primero de primaria, al final no podía parar de llorar pero no quería que mis padres me vieran, me daba vergüenza”, dijo Pitt.
Su enemigo.
De lo que no cabe duda es que ambas estrellas están en la cima de la industria. Sin embargo, al preguntarles qué creen que podría poner sus carreras en riesgo Pitt responde: “¡el ego!”
“Es una gran respuesta, estoy de acuerdo”, coincide Leo.
Acerca de cómo está cambiando la profesión de las estrellas con la llegada de las plataformas digitales Brad dijo:
“Ese es otro gran tema, ver cómo nuestra industria cambia. El lado bueno es que surge una riqueza de historias interesantes y creativas. ¿Qué significa eso para la experiencia cinematográfica y comunitaria? Es lo que está en cuestión”, dice Pitt.