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cesar.huerta@eluniversal.com.mx
El cineasta Damien Chazelle y el escritor Josh Singer ríen con el mito de que el hombre jamás pisó la luna en julio 1969 sino que en realidad fue un montaje en un estudio de cine.
Su reacción no es gratuita. Por varios meses prepararon El primer hombre en la Luna, película que estrena hoy y donde cuentan la aventura satelital del astronauta Neil Armstrong.
“Una de las cosas que comentamos los dos en el set, es que era muy difícil fingir caminar sobre ella; para nosotros fue un reto recrear eso, ¡con todo que ya transcurrieron 50 años y hay más tecnología!”, comenta Singer.
Protagonizada por Ryan Gosling (La, la land) es, para Chazelle (Whiplash), una historia de éxito entre fracasos.
Armstrong se preparaba para su caminata lunar, teniendo como antecedente la muerte de su hija, así como la de compañeros de trabajo, en pruebas previas.
“Conocía lo de todo niño, de que llegó, pisó la Luna y dijo que era un gran paso para la humanidad, pero me fui enterando de todas las muertes a su alrededor.
“Nuestro primer contacto fue la biografía, luego fue trascender en la memoria, de ver que la figura ícono era sonriente, pero la humana, era taciturna, alguien que luchaba contra sí mismo y su sentir y así me lo imaginaba caminado allá”, destaca el director.
El primer hombre en la Luna requirió de 30 borradores de guión y, cada uno, cuatro versiones manejados internamente.
“No eran fracasos —dice riendo Singer— sino llegar al momento más parecido de hacer una película al cien”.
Jason Clarke (Terminator: Genesis), Claire Foy (The crown) y Pablo Schreiber (Orange is the new black) integran el elenco.