Para Penélope Cruz haber trabajado con Javier Bardem en "Loving Pablo" fue muy positivo, tanto que ya están rodando otro filme juntos. Y eso pese a que la caracterización del actor como Pablo Escobar le produjo miedo en algunos momentos, reconoce en una entrevista.
Cruz interpreta a Virginia Vallejo la periodista y amante de Escobar en cuyo libro de memorias se ha basado la película, dirigida por Fernando León de Aranoa y presentada hoy fuera de competición en la Mostra de Venecia.
Primera película que protagonizan juntos desde que son pareja -anteriormente hicieron "Jamón, jamón" (1992) y "Vicky Cristina Barcelona" (2008)-, la actriz cree que su relación personal ha facilitado mucho el trabajo.
"Te conoces mucho, hay una confianza a todos los niveles, los dos sentimos la pasión por esta profesión desde que éramos unos críos, compartimos muchas cosas en ese sentido y pudimos prepararlo juntos durante mucho tiempo", explica la actriz en un jardín del Lido de Venecia.
Reconoce que le imponía un poco el tema de la película, su violencia y horror. "Para mí es muy importante jugar con la ficción y entrar a fondo en esa ficción, pero luego dejar eso e irte a tu casa".
"Y ser tú y no jugar con lo tuyo, no forzar nada tuyo, lo tuyo ya está, es parte de ti, tu pasado, tus memorias... todo lo que has sentido en esta vida va a estar ahí, en tu trabajo, pero no soy partidaria de forzarlo, más aún cuando estás trabajando con tu propia pareja", resalta la actriz madrileña.
Aunque recuerda una escena, en la que Vallejo va a la cárcel a visitar a Escobar para pedirle dinero y que fue muy dura de rodar.
"Yo le tenía mucho respeto a esa secuencia y esa sí que me dejó secuelas de días", de pensar: "no quiero verle mas vestido así, con ese bigote, con ese pelo, con esa barriga y con esa voz...".
Pero al final "fue muy bien" y les dejó "con ganas de repetir". "De hecho ahora estamos repitiendo, estamos rodando con Asghar Farhadi, en Madrid y muy bien".
Algo en lo que se mostró de acuerdo Bardem, que señaló a Efe que su colaboración ha servido "para dar un pequeño pasito más y crecer como actores porque sabíamos que teníamos que entrar en un juego de intensidad, de estos personajes, que nada tiene que ver con la realidad".
"Nos animamos mucho a realmente crear a estos tipos, interactuar desde allí y al mismo tiempo en cuanto se acababa, salir de ahí y volver a la realidad, que es mucho más importante que la ficción", añadió el actor.
También les ayudó mucho en este trabajo su relación de amistad con León de Aranoa, muy amigo de Bardem desde que rodaron "Los lunes al sol" hace ya quince años.
"Los tres tenemos una amistad de muchos, muchos años y le admiramos mucho a él y confiamos mucho en él como director", resaltó Cruz, que alabó la forma en la que León de Aranoa trata la tremenda violencia que hay en el filme y que está lejos de ser como la de un videojuego, que era una de sus preocupaciones.
"Estás hablando del mundo del narco, es algo que no está superado (...) Si la situación en Colombia es un poco distinta a día de hoy, aunque todavía hay muchísimos problemas", en México se producen "barbaridades".
Era muy importante para ella mostrar esas imágenes, esa violencia, provocar casi ganas de vomitar, de salir corriendo, para evitar idealizar el mundo del narcotráfico.
Pero sí mostrar la actitud de los personajes implicados, incluido el suyo, al que la actriz intentó entender y no juzgar.
"Yo no puedo juzgarlo cuando tengo que interpretarlo. Luego yo, como Penélope, tengo mi opinión propia respecto a todos estos personajes, cada uno de ellos".
Por eso considera importante que un tema así se trate con cuidado y responsabilidad.
"Las películas no se hacen para cambiar el mundo pero sí conllevan una responsabilidad". Sobre todo, "cuando tocas un tema así, un tema que ha hecho mucho daño y que continúa haciendo daño en el mundo".
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