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No one left behind es la nueva película del guionista y director mexicano Guillermo Arriaga, con la que pretende incidir en las cuestiones políticas de México y Estados Unidos.
La cinta —que marca el regreso del cineasta luego de más de 10 años de ausencia—retrata la historia de un militar de guerra originario de Coahuila, quien muere luego de ser deportado.
“Esta historia surgió cuando hice la búsqueda de locaciones para la película Fuego (2008), vi muchas casas de mexicanos que vivían en Nuevo México y me encontré que estas familias tenían altares para sus hijos muertos en batalla y a partir de ahí nace esta reflexión sobre la relación que hay entre México y Estados Unidos”, contó Arriaga.
La cinta se presentará por primera vez en la edición 76 del Festival Internacional de Cine de Venecia; será una proyección especial fuera de competencia.
“Inscribimos la película dos semanas después de que se había vencido la convocatoria pero lo vio el director de la Biennale y nos invitó; vamos a tener uno de los mejores espacios del festival, que es el viernes a las 21:00 horas”, dijo.
El escritor de cintas como Amores perros y Babel no negó que esta historia esté permeada por cuestiones políticas, sin embargo aseguró que no es una crítica política sino un mensaje implícito de cómo lo político está separando sociedades.
“Yo quiero que esto abra un diálogo, que nos demos cuenta que más allá de las cifras y de los pleitos políticos, hay seres humanos que están sufriendo las consecuencias de esto”, señaló el cineasta.
Esta es la segunda película escrita y dirigida por Guillermo, quien en 2008 debutó con Fuego, donde trabajó con Charlize Theron, Jennifer Lawrence, Kim Basinger y Joaquim de Almeida como actores. En esta ocasión sólo eligió a tres actores profesionales: Isabel Aerenlund, Danny Huston y Jorge A. Jiménez, quien es originario de Zaragoza, Coahuila, donde filmaron.
“Me quedo con la experiencia de haber trabajado con Guillermo quien fue mi inspiración para convertirme en actor y haber grabado en mi pueblo, regalarle a mi gente la oportunidad de ver mi pasión”, contó el actor.
Según Arriaga, el filme tiene una duración de 32 minutos porque la intención es que se convierta en una serie de televisión, para lo que ya está en pláticas con algunas compañías. Por lo pronto, no hay fecha de estreno en salas mexicanas.