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“Nos gustan las explosiones llenas de luz porque eso viene desde nuestro origen, el mundo se formó así, con una gran explosión”, dice Agustín Olivares . Son palabras que oía decir a su padre desde niño, cuando l o veía hacer cuetes y cebollitas lo mismo que grandes castillos para engalanar fiestas. Luego él le agarró pasión al oficio y a los 25 años decidió trabajar de lleno en la pirotecnia .
Hace unos días, Agustín fue al cine para ver por primera vez el documental “Poetas del cielo”, del director Emilio Maillé , en el que aparece. No tenía idea de cuál iba a ser el resultado de las entrevistas que le hicieron hace dos años sobre su oficio, ni siquiera que sería considerado un poeta del cielo, por lo que al verla, se quedó verdaderamente conmovido.
“Nunca me imaginé lo bonito que iba a quedar, me sentí muy contento”, dijo a EL UNIVERSAL.
En el documental no solo aparece él en su tierra, Tultepec, platicando sobre su trabajo y mostrando algunos procesos; también aparecen pirotécnicos de países como Japón, España y Francia , que utilizan la pólvora para crear distintos efectos en el cielo: pueden llenarlo de tintas rojas, negras y doradas, como si el cielo fuera un lienzo con una mano invisible que suelta chorros de tinta a cada tanto. Otros, en cambio, generan explosiones grandes y pequeñas que se siguen unas a otras y que sus creadores consideran una sinfonía . Algunos más hacen que las luces dancen en el cielo con cadencia única, celebrando el término de un año y el inicio de otro.
Para Agustín, la magia está en los castillos , estructuras que al prenderles fuego, forman distintos tipos de figuras de luz .
“La castillería me fascina aunque es un poco de más trabajo. Me tardé dos meses en hacer el castillo más complejo que he hecho y fue para un concurso en Tultepec. En aquella ocasión nos invitaron a participar y quedamos en segundo lugar; era un castillo con tema muy mexicano , mostramos juguetes de madera, símbolos aztecas, pirámides, danzas ”, contó.
A sus 40 años se ha vuelto un experto que dice, trata de cuidar todos los detalles de su trabajo para prevenir accidentes y sobre todo, tiene respeto por su oficio .
“Mi papá me decía ‘para que te respete la pólvora, hay que respetarla a ella’ y eso no se me olvida. No debemos ser tan ajenos a la pólvora, hay una canción que dice que estamos hechos del mismo material de las estrellas, así que no somos tan ajenos a la labor pirotécnica, se empieza el año con pirotecnia y se acaba con pirotecnia”.
Maillé,
quien ha producido películas como "Miradas Múltiples" y "Rosario Tijeras", cuenta que desde niño se sintió atraído por la pirotecnia , pero no fue hasta que vio un espectáculo en España que decidió hacer la película.
"La pirotecnia te entra por los ojos desde que eres chico y está en nosotros desde que existimos como civilización. Después vi una fiesta en España que me impactó mucho, que es una fiesta de ruido y detonaciones y allí me di cuenta que quería hacer una película de esas personas, de los pirotécnicos, que me parecen artistas, para mí la pirotecnia es un arte y los que la hacen son artistas y generan el único espectáculo gratuito que existe", declaró.
Aunque la película muestra catástrofes generadas por esta labor , no entra en el debate reciente sobre los contaminantes que genera y las múltiples peticiones para que dejen de utilizarse en distintos rituales .
"Esta es una aventura estética de los sentimientos, cinematográfica, para verse y gozar", dijo el director al respecto.
"Poetas del cielo"
se proyectará en 750 salas de Cinépolis a partir de este viernes 6 y hasta el 12 de septiembre como parte de la Fiesta del Cine Mexicano , donde se proyectarán filmes nacionales con un costo de 20 pesos la entrada.
La celebración de cine mexicano a bajo costo se extenderá a otros cines como Cinemex y La Cineteca Nacional , y es organizado por CANACINE.
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