Espectáculos

Christian Bach, vida y muerte de telenovela

La recuerdan como actriz disciplinada y productora eficiente. Murió el martes pero la familia lo informó dos días después

Foto: Archivo/El Universal
02/03/2019 |01:30
César Huerta Ortiz
reportero de la sección EspectáculosVer perfil

cesar.huerta@eluniversal.com.mx

La presión y el cansancio tras horas de trabajo en el set causa mella en todos, pero Christian Bach siempre encontraba la manera de hacer reír al equipo.

“Podía, por ejemplo, pararse bajo la puerta y decir un ‘hola’ como actuando y nos reíamos mucho, hasta que llegaban a callarnos. Era como muy maternal”, recuerda la actriz Lisette Morelos , con quien compartió créditos en su última telenovela La impostora , de 2014.

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Christian falleció el pasado martes de un paro respiratorio pero respetando su voluntad de mantener los asuntos personales en la intimidad y así tener una vida normal, su familia lo dio a conocer la madrugada de ayer.

“Le gustaba escucharnos cantar”, cuenta por su lado Tomás Goros, con quien trabajó en El beso de la mujer araña, puesta en escena, y La patrona, telenovela

“No hablaba de sus éxitos sino que le gustaba escucharnos a nosotros y jamás trató mal a nadie, así fueran técnicos o actores nóveles, lo que sí es que era muy exigente con la iluminación, con el vestuario”, narra.

Esto último lo sabe bien la productora Anna Roth (Hombre en llamas y Apocalypto ), que contó con ella en el elenco de la cinta Deseo. En esta, dirigida por Antonio Zavala, Bach interpretaba a una mujer sexy que sostenía una aventura amorosa con un joven (Ari Borovoy).

“Era muy respetuosa del cine y pensaba que no podía entrar a cualquier cosa y en ese sentido era muy purista. Siempre estuvo a tiempo y ayudaba con el maquillaje y el vestuario, decía: ‘traigo esto, es mío, pero me queda mejor’. ¡Era increíble”, comenta Roth.

El respeto al trabajo era importante en ella, comenta Adrián Oropeza , su director musical en la obra Dulce caridad, en 1988.

“Ella no era cantante y tenía muchas ganas de crecer en ese sentido. Le echó muchas ganas, era trabajo diario el que hacía y no para dar agudos de soprano, claro, sino para dar bien las notas que debía. Lo importante para ella misma era asegurarse que lo podía hacer muy bien”, apunta Oropeza.

Al final, expresa Manuel Landeta , compañero actor de Bach, tenía mente de productora.

“Cuidaba que todo se viera bien y siempre con buen sentido del humor”, destaca el histrión.

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