Patricio Castillo habló con Dios. Y no una sino tres veces. Y esas mismas tres veces, Castillo sobrevivió al Diluvio Universal.
El actor de origen chileno (pero que hizo la mayor parte de su carrera en México) falleció ayer a los 81 años, tiempo que le bastó para dejar una huella que se puede encontrar en telenovelas, películas, pero sobre todo en el teatro, en donde participó en las tres versiones que se han hecho en México del musical "El diluvio que viene".
Fue ahí donde escuchó la voz de Dios, ya que la obra retrata el momento bíblico en el que Dios ordena a Noé construir un arca. Esa voz era la de Manolo Fábregas, en las tres versiones en las que actuó Castillo.
La muerte del actor, quien se encontraba internado en el hospital por una afección pulmonar, fue confirmada por la ANDA.
Curiosamente, a él siempre le gustó presumir que de aquel pasado académico conservó una extraordinaria habilidad para las matemáticas. “Cuando era joven me fallaba todo lo que se relacionaba con la ingeniería pero luego, en el transcurso de mi vida, me han hecho varias pruebas matemáticas y mi resultado es 98, es decir, casi el 100% de aciertos”, dijo a EL UNIVERSAL en una entrevista en 2007.
“No he hablado con Dios... al menos no por teléfono pero todos los que somos creyentes hemos tenido algún tipo de contacto espiritual con él”
La última telenovela en la que actuó fue "La mexicana y el güero", pero también actuó en producciones como "Yago", "La candidata", "Mi marido tiene familia", "Alma de hierro", "Sortilegio", entre otras. No deja de ser importante señalar que esa carrera en televisión estuvo marcada por el hecho de que tuvo un enfrentamiento ideológico con Valentín Pimstein, uno de los productores de telenovelas más importantes.
“En el arte no hay fórmulas. Hubo hace años en México un chileno que le metió el dedo en la boca a todos en una empresa de televisión asegurando que tenía la fórmula para hacer telenovelas exitosas. No niego que puede haber ingredientes para hacer un buen equipo, pero el arte dejaría de ser arte si se sujeta a fórmulas. Ese hombre es el señor Valentín Pimstein y mintió”, dijo Castillo en esa misma entrevista al hablar sobre el productor.
Patricio estaba convencido de que era un afortunado. Se lo había dicho Manolo Fábregas durante la primera versión de "El diluvio" que viene, justo antes de entrar a escena. “Me agarraba por los hombros para decirme: disfrútenlo, porque hay muchos grandes actores a quienes nunca les sucede esto”.
A él le sucedió: tuvo éxito en todo lo que emprendió en cine, televisión y teatro.