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Por meses, Lila Avilés estuvo obsesionada con las mujeres que asean los cuartos de hotel.
Platicó con varias, escribió primero una obra de teatro y luego logró colar "La camarista", su ópera prima, que ha conquistado a EU. Allá iba por sólo dos fines de semana, pero tras el primero, le dieron el doble. Ya también se lanzó en Reino Unido, faltando aún Francia.
La historia de Eve (Gabriela Cartol) queriendo progresar y la llegada de la Minitoy (Teresa Sánchez) como obstáculo, estrena hoy en México.
Y antes, la directora y protagonistas del filme, hablan de experiencias en hoteles.
¿Cuál ha sido su peor experiencia en un hotel?
Lila Avilés: En Argentina llegamos a un pueblito donde el hotel era de un prostíbulo o algo así. Nos dio miedo, pusimos los backpack en la puerta y eso, al final no pasó nada (risas).
Gabriela Cartol: Siempre me he sentido muy bien en ellos, me gusta mucho el olor, trabajé de hostess en un hotel de Acapulco a los 16 años.
Teresa Sánchez: Estábamos de gira en Tierra Caliente y nos fuimos al de una gasolinería. Ha sido lo más terrible, desde el olor, ruidos raros y dormí vestida.
¿Lo más raro?
LA: En un hotel estaba dormida, entraron dos personas que se confundieron de habitación y yo sólo grité (risas).
GC: Cuando fui hostess pues hay clientes excéntricos, a mi hasta matrimonio me pidieron e irme a Canadá.
TS: No recuerdo (risas)
¿Te llevas algo de ellos?
LA: Me emociona ver cómo tienden la cama, cada quien tiene su propio toque, como poner patitos juntos (con las toallas) y así. Siempre dejo una notita.
GC: ¡Sólo mis pertenencias!
TS: Ya de los hoteles nacionales nada, la última vez tiré una bolsa llena de frasquitos (risas). Ya con La camarista me tocó ir a Marruecos y me traje todo lo que pude, los champú por ejemplo, huelen a allá.
El personaje de la película está frustrado con su trabajo. ¿cuándo se han sentido así?
LA: Fui maquillista, asistente de dirección y producción, sentía que como 3 mil 500 trabajos había tenido y ni uno relevante.
GC: ¡Cuando se tiene que cobrar! Que el recibo no pasó y debo volver a ver a mi contador.
TS: Siempre he sido rellenita y a los 18 años quería personajes lindos, pero buscaban al personaje tipo. Aunque la flaca fuera la peor actriz, la elegían y eso calaba hondo.