Cuando Jesusa Ochoa subió por primera vez a un escenario teatral profesionalmente tenía tan sólo 15 años y lo hizo en un musical dirigido a los adolescentes, tres años después está del otro lado de las historias rosas, manteniendo un duelo de confesiones y dolor con Nailea Norvid en una escena muy intensa de la obra Carne, que se presenta en el Teatro Helénico.

“Estoy aprendiendo muchísimo, yo me siento a ver los ensayos y me estoy nutriendo de todo el talento que hay a mi alrededor, por eso estoy haciendo mi lucha para no hacerme chiquita, porque eso es muy fácil con estos actores que son impresionantes, pero le estoy echando ganas”, dijo Jesusa, quien comparte el escenario además de Nailea con Hernán Mendoza y Adrián Ladrón de Guevara.

Nailea comentó que ha sido fascinante cómo el director Enrique Singer ha cobijado a Jesusa, preparándola para el momento de estar en el escenario, dándole todas las herramientas necesarias para que tenga una buena actuación, mostrándo así respeto y cuidado para las nuevas generaciones.

“Me siento protegida y cuidada, me están ayudando a dar lo mejor y a demostrar lo que puedo hacer”, señaló Jesusa, quien sigue los pasos de su padre, Jesús Ochoa.

Jesusa, quien había tenido como primer experiencia teatral el musical A los 13, explicó que en el momento de audicionar se dio cuenta que con Carne podría tener un gran cambio como actriz, porque se estaba lanzando a un proyecto muy fuerte en su planteamiento y eso la emocionó, porque es un gran desafío para su corta edad, pues debió encontrar dentro de sí cosas nuevas que le han ayudado a crecer como actriz y persona.

Una verdadera tragedia

“Es una tragedia en el sentido clásico de la palabra, porque es una familia donde hubo un pecado cometido hace tiempo y la persona que lo provocó regresa años después a una fiesta, a partir de ahí se desata un conflicto que provoca un caos.

“Es una obra que significa un reto muy grande porque implica una intensidad emocional muy profunda, que requiere grandes actuaciones, por eso tenemos este elenco”, dijo Enrique Singer sobre el texto escrito por Reynolds Robledo.

Reynolds comentó que había un personaje para el que tenían que esperar hasta el último momento para buscar a su intérprete: Abigail, quien es el detonante del drama en esta historia y para lo cual necesitaban que la actriz apenas fuera mayor de edad, por eso la última en llegar al proyecto fue Jesusa.

Por eso el actor de filmes como La Cuarta Compañía o series como Diablo guardian, Adrián Ladrón, no duda que sea una obra escandalosa, pero es importante hablar de temas fuertes que se viven en el día a día y llamar la atención, aunque dependerá del criterio de cada persona que el mensaje sea positivo o negativo.

“Vivimos momentos complicados como sociedad, porque estamos poniendo sobre la mesa muchas cosas que antes no poníamos, lo cual es un acierto pero eso causa mucha confusión también y estamos en medio de eso, considero que lo mejor que puede hacer el arte es no evadir, poner el tema frente al espectador e invitar a la discusión y a lo puntos de vista. Al arte le toca hablar desde su lugar”, dijo Adrián Ladrón.

Aunque es una historia que aborda varios temas, el de los secretos en familia puede ser el más pertubardor, porque puede encerrar muchos trasfondos, explicó Adrián Ladrón, es algo que ha pasado siempre, porque se pueden dar muchas situaciones turbias dentro de las relaciones fraternas.

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