desató una controversia en redes sociales tras haber confesado que está en desacuerdo con el humor de Chespirito.
Durante una entrevista para el canal de YouTube Versión extendida el standupero mexicano dijo que no estaba de acuerdo con lo que Chespirito hizo en la televisión mexicana porque había sido aliado de distintas dictaduras, como la de Augusto Pinochet en Chile.
“Chespirito es de las peores cosas que le ha pasado a la comedia mexicana, yo al menos en mi casa no le dejo ver a mi hijo es esa pen...; es por una cuestión de dignidad, de saber que Chespirito fue a Chile y se presentó en dos fechas en el Estadio Nacional, donde habían torturado a estudiantes, por el hecho de que lo recibió Pinochet con honores de jefe de Estado, por el hecho de que fue un éxito durante todas las dictaduras", dijo Ballarta.
El tema se hizo tendencia y dividió opiniones entre los que apoyaron al comediante de 30 años y quienes defendieron el legado de Roberto Gómez.
Aunque ambos comediantes tienen una coincidencia a la hora de realizar su trabajo, estas son algunas diferencias entre el humor de Carlos Ballarta y Chespirito:
Instagram Carlos Ballarta.
Coincidencia:
ambos exponen realidades.
Muchos han definido el humor de Carlos Ballarta como “negro”, el comediante realiza sus shows de stand up basado en situaciones comunes y en burlarse de sí mismo y sus circunstancias: “Ser un onvre” y “Tragicomedia financiera”, son algunos de los títulos de sus sesiones de comedia. En Netflix “El amor es de putos” y “Furia Negra” son los dos títulos que lo han consolidado.
Chespirito por su parte, fue aplaudido y a la vez criticado por presentar en televisión personajes y situaciones con los que la sociedad se identificaba, como la nobleza, la unión y hasta la torpeza.
Diferencias:
Uso de personajes.
Aunque en sus shows Ballarta suele presentar situaciones que involucran a más de una persona, el mexicano relata en primera persona, por ejemplo en su stand up “Furia Negra”, donde se burla de sí mismo y su etapa paternal, así involucra a otros sin la necesidad de representarlos.
Chespirito en cambio, creó decenas de personajes, muchos de ellos interpretados por él mismo o por actores como María Antonieta de las Nieves y Édgar Vivar.
Golpes.
Algunos especialistas también han encontrado en el humor de Chespirito una comedia de pastelazo, que consiste en generar acciones exageradas de violencia física, que no necesariamente causan dolor, como cuando Don Ramón le pagaba al chavo y desataba risas.
Carlos Ballarta, quien expone sus chistes frente a un público en vivo utiliza más un recurso narrativo.
Abordaje de temas sociales.
El propio Carlos ha denunciado censura a sus shows porque hay quienes los consideran transgresores. En 2019 señaló al gobierno de Querétaro de cancelar un show porque no es aceptado por la comunidad religiosa.
“Me siento decepcionado y asigno total culpabilidad a Luis Nava, presidente municipal de su ciudad; a Francisco Domínguez, su gobernador; al PAN, y en mayor medida, al pensamiento fundamentalista y el terrible atraso que dichas actitudes atraen en lo que se supone debería ser un gobierno laico", escribió en un comunicado.
Hace tres meses durante una entrevista para un medio colombiano aceptó que trata de cuidar sus palabras al burlarse de ciertas cosas.
“Me ha tocado la autocrítica, no soy muy asiduo a verla una vez que sale, suelo verla muy pocas veces pero previo a grabarla sí me grabo constantemente para escuchar lo que estoy diciendo, una vez que ya se graba veo dónde estoy fallando o dónde se puede malinterpretar una cosa”, dijo el standupero.
Roberto Gómez fue muchas veces criticado por exponer problematicas sociales sin darles una solución, como la probreza y la discriminación que algunos de sus personajes hacían evidente, así como por normalizar estereotipos como los de la mujer débil.
Rosana Alvarado, la política ecuatoriana feminista hizo pública una crítica cuando Bolaños falleció.
En varias ocasiones él defendió su tipo de comedia y en 1987 dijo en el programa "La Noticia Rebelde" de ATC (en Argentina) en el año de 1987, que su programa lo hacía pensando en lo que lo haría reír a él, sin un público objetivo.
“Mi programa lo hago para mí, es decir, qué me divertiría a mí como espectador, lo ven muchos niños, pero no lo hago dirigido a ellos”, afirmó Bolaños.
Presentación.
Aunque la finalidad de ambos es exponen sus trabajos al público después de haberlos planeado y moldeado de forma que provoquen las risas, por una parte Carlos suele presentarlos en vivo en los escenarios de teatros y conciertos.
Para Chespirito los foros de televisión fueron la tarima de exposición, donde se montaron sets para ambientar sus historias que eran previamente grabadas. Aunque algunas veces también compartió su humor en teatro, como en 1992 cuando montó la obra “Once y doce”, protagonizada por él mismo.
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