Capi Pérez aseguró que está muy lejos de que la popularidad que vive en este momento se le suba a la cabeza, pues sabe que en cualquier momento se puede acabar.
“Hasta el momento no (peco de soberbia), pero si en algún momento me llegara a pasar, cuento con la prensa y mi familia para que me recuerden tener los pies en la tierra”, señaló el comediante.
El presentador, quien está a la espera de su programa de concursos "100 mexicanos" en Azteca y de su bebé, respondió cómo asume el éxito en este momento.
“Lo vivo de la manera más real posible, estoy consciente de que se puede acabar en cualquier momento, en unas de esas puedo cometer un error, un resbalón y se acaba la simpatía del público”.
Ante la ola de ofensas que ha recibido, dijo que la técnica para que no le afecte es ser modesto.
“Ser humilde cuando haces comedia es muy importante, y esto implica estarte preparando, informando, no creer que lo sabes todo; si te equivocas, pedir disculpas. Cuando dices: ‘yo me la sé de todas, todas’ ahí corres el mayor riesgo de equivocarte”.
A pesar de toda la irreverencia que ha mostrado siempre, incluso en el reality LOL: Last One Laughing, en donde hacía locuras para sacarle una sonrisa a sus rivales, durante su carrera ha tenido como regla no pasarse de la raya.
“Tantos años de hacer televisión en vivo en Venga la Alegría me ha enseñado a manejar y caminar de lo que puedo decir y qué no, y es una línea que me encanta, una adrenalina extra que me da esta profesión de hacer chistes que estén ahí poquito… pero no lo digo tal cual, entre más pasa el tiempo más especialista me vuelvo en ser equilibrista del humor”, comentó en entrevista.
En otros temas, comentó que el embarazo de su esposa Itzel Barro “hola enfermera” va muy bien, lleva más de cinco meses y quieren que el género sea un misterio todavía, así que se ha dedicado a consentirla.
“No queremos saber el género hasta que nazca, estamos poniéndole musiquita, hablándole todos los días, muy felices, la verdad. Voy a preparar un programa de La Resolana, tenerlo ahí enlatado para cuando nazca ausentarme mínimo unos dos o tres días, para estar ahí con la mamá”.
De nombres tienen muchas posibilidades, él quiere que se llame Vicente o Macarena.
“Tenemos una lista enorme que estamos debatiendo todos los días, a mí me gustaría niña, la neta, he soñado que tengo una incluso, pero no sé, todo el mundo que le ve la panza a mi esposa dice que es niño, entonces quién sabe, lo que sea es bienvenido”.