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julio.quijano@eluniversal.com.mx
“Estoy cantando mejor que nunca”, dice Amada Miguel. No es poca cosa para esta mujer que cumple 43 años de una carrera marcada precisamente por esa peculiar voz que se mueve entre la soprano lírica y la soprano ligera. Es decir, por esos agudos que sus fans suelen imitar cuando cantan: “Mentiras todo era mentira / palabras al viento / tan sólo un capricho que el niño teníaaaaaaa”.
La celebración por estos 43 años incluye un concierto hoy en el Auditorio Nacional en el que además festeja también 44 años de complicidad con el cantante Diego Verdaguer, su marido.
“Nos admiramos mutuamente. Yo creo que él es mi fan número uno y por eso habla maravillas de mí”, explica la cantante al recordar que fue precisamente Diego quien descubrió e impulsó su talento.
“Me enseñó que mi personalidad es lo que me distingue de otros artistas. Tengo una entrego total a mi pasión, que es la música. Yo adoro mi carrera y mi voz es definitivamente lo que me da un sello diferente a los demás”.
Amanda Miguel entiende, por tanto, que las imitaciones que se hacen de ella son una forma de mantenerla vigente.
“Siempre he estado agradecida con la voz que tengo pero en este momento tengo la versión más hermosa. Sé que vivo de ella porque me ha hecho permanecer en el recuerdo del público”.
Y puesto que es común escuchar muchas Amandas Miguel en las fiestas familiares y karaokes, la cantante de origen argentino pero nacionalizada mexicana, promete que el de esta noche será un concierto de puros éxitos y en el cual todos, absolutamente todos, podrán ser sopranos ligeros y entonar: “No sé si te das cuenta con la estúpida que estás / yo sé que no podrá quererte como yo / así no te amará jamás / no, no, no, no, no, no / no, no, no, no, no, no”.