Hay personajes animados cuyas voces en español han gustado tanto al público que es difícil, y a veces hasta imposible, imaginarlos sonando de una manera distinta. De ahí, que hace unos días, cuando salió al aire el cortometraje “El Bueno, el Bart y el Loki” , los seguidores de Los Simpson volvieron tendencia al actor Humberto Vélez por su regreso como la voz de Homero.
En la década de los 90 y de los 2000, la voz del jefe del patriarca de la familia amarilla estuvo a cargo de Vélez, quien dejó el papel después de la huelga que se desató a finales de 2004, cuando habían terminado de grabar la temporada número 15 y con él se fueron otros de los actores de doblaje como Nancy MacKenzie (Marge), Patricia Acevedo (Lisa Simpson) y Claudia Motta (Bart de la temporada 9 a la 15).
Ahora que tanto Vélez como Acevedo y Motta volvieron para prestar sus voces, los fans esperan tenerlos de nueva cuenta en la temporada 32 de la serie a más de 15 años de que dejaron el proyecto, lo cual también abre debate respecto a la pertinencia o no de modernizar las voces, sobre todo si la voz del actor ya no está acorde al personaje.
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A decir de expertos y fans, estos cambios obedecen en ejemplos como el de Los Simpson a un interés por atrapar más público.
El productor audiovisual Alberto Luqueño es de los que disfrutaron el regreso de las voces de Los Simpson, aunque considera que esto se debió a que la empresa Disney está más enfocado en la parte monetaria.
"Siento que ya no tenían tanto rating como antes, fue decreciendo la calidad de los capítulos, los personajes fueron perdiendo carisma y creo que metieron las voces originales para retomarlo porque la gente como yo que veía la serie de chavitos ya no la ve, pero si te dicen que las próximas temporadas serán con las voces originales claro que las quiero ver porque fueron con las que crecí".
"A lo mejor un capítulo lo voy a ver una sola vez pero ya cumplieron con su objetivo que era traer a una persona que ya no estaba viendo Los Simpson a verlos de nuevo; en series como estas que son tan largas y han tenido tanto auge, apostar por traer las viejas voces para recuperar un mercado es la idea que se tiene ahorita", menciona.
Nuevas voces, nuevos fans
En contraste, Luqueño explica que también hay casos en los que se busca atrapar público nuevo y no tanto al llamado fandom (por ello se cambian las voces en un proyecto), pero piensa que los fanáticos deberían abrirse más y darle una oportunidad a otros talentos que tal vez no sean los que en un inicio prestaron su voz pero que no por ello hacen un mal trabajo.
Un caso que recuerda es el de la voz de Goku en "Dragon ball Z Kai" donde el actor Mario Castañeda no participó y el héroe del ánime fue interpretado por Edson Matus , quien recibió comentarios negativos de los fans que son más apegados al doblaje clásico.
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"A Edson Matus le tiraban mucho hate y es de las personas que trabajan súper bien, no tendrá muchos personajes famosos pero trabaja muy bien. Yo veía cómo lo criticaban y me preguntaba por qué lo hacían de una forma tan fuerte", recuerda.
"Yo escuché el doblaje de Dragon ball Z Kai y te saltaba porque has crecido con la voz de Mario Castañeda, pero no porque estuviera feo o mal hecho sino porque no concordaba con tu recuerdo".
El productor ha vivido de primera mano los cambios de voces ya sea por decisión del cliente (la empresa que entrega un producto para ser doblado) o por un tipo de “compadrazgo”, cuando no hay buenas relaciones entre los actores de doblaje y el director prefiere llevarse a algún amigo al proyecto. Entre sus trabajos como productor está "¡Oye, Arnold!" la película de la jungla, donde no regresaron las voces originales en los personajes principales pues no había una buena relación con la empresa que llevó el proyecto.
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